Un
chantaje emocional, un fiscal que se revela y la adhesión inquebrantable
Al día siguiente de la vista oral del conflicto colectivo
promovido por CSICA ante la Sala de lo Social de la Audiencia Nacional
(único sindicato demandante, que parece que ahora va a ser esto una romería)
contra el acuerdo de los inocentes
del 27D, los compañeros que asistieron a la misma hicieron una crónica de
urgencia perfectamente descriptiva de lo mucho que dio de sí, más de 4 horas.
Queremos ahora haceros un análisis un poquito más reposado que haga hincapié en
las cuestiones claves de este juicio y que permita una valoración más objetiva
por parte de todos vosotros.
Ya sabéis que para ganar un juicio hay que cumplir las 3 famosas
premisas de tener razón, saber exponerla y, además, que te la den.
Que tenemos razón no cabe duda alguna. El empresario no ha podido
explicar por qué usa simultáneamente eso que en su día llamamos “las dos boinas
de Menéndez”, es decir, una en el que todo va muy mal (se llega a asegurar en
el Informe que al no cumplir las ratios de solvencia el Banco desaparecerá, y
eso se firma en Diciembre de 2013) para escenificar que nos quieren “birlar”
400 millones de euros en 4 años, o sea sesenta y seis mil quinientos millones de pesetas, de
nuestros bolsillos para depositarlos directamente en los bolsillos de los
accionistas “amiguetes”, que esto es un juego de suma cero, lo que pierde uno,
lo gana otro, no lo olvidéis nunca.
La otra “boina de Menéndez” es la de las buenas noticias, la de
que todo va estupendo, la de que las acciones han multiplicado por 2 su valor
en Bolsa (justo empiezan a subir al día siguiente de firmar nuestros queridos
amigos sindicalistas de clase + los
de Csif (incorporados a última hora), la de los informes independientes
(y de esto vamos a hablar largo y tendido dentro de unos días).
Que hemos sabido exponer esta razón, segunda de las premisas para
ganar, es también cierto. Se ha presentado una documentada demanda en la que se
acredita que los principales indicadores financieros del Banco, no sólo no
están mal sino bastante mejor que los de nuestros competidores del mercado. Ha
sido defendida durante nada menos que 4 horas por uno de los laboralistas de
más renombre de Madrid, Sr. Valentín-Gamazo, aunque cuando le quisimos explicar
al tribunal los últimos datos presentados por el Banco días antes ante la CNMV, no se nos permitió.
También quedó acreditado el incumplimiento formal del proceso
negociador, en el que el empresario nunca tuvo verdadero propósito de negociar,
razón por la cual el último día, iban cogiendo a los líderes sindicales de uno
en uno y metiéndolos en salas distintas de la que fue sede negocial común.
Y esto es lo que ha merecido el reproche del fiscal —seguro que
éste será otro inconsciente a juicio de CCOO, que es lo que nos llaman a
nosotros— que ha entendido que negociando en cuartitos con unos y a espaldas de
otros se vulneraba el derecho fundamental a la negociación colectiva, núcleo
esencial de la libertad sindical, de quienes no estábamos de acuerdo.
El Sr. Godino, experimentado, y al mismo tiempo maleducado abogado
del empresario, no parecía que fuera capaz de influir en el ánimo de la Sala y por eso no dudó en
recurrir a la mentira y al chantaje emocional de los 3 magistrados que se sentaban
en la presidencia, “si les dan la razón a éstos el Banco podría desaparecer”,
clamó por tres veces. No debería tener argumentos mucho mejores cuando se inclina
por los viejos trucos, aunque esto forme parte del “saber exponerla” que decíamos.
Pero lo verdaderamente infumable y asqueroso es que cuando esa
misma presidencia les ofrecía el turno a los abogados de CCOO, UGT y CSIF, éstos,
al unísono y de forma reiterada contestaban “nosotros nos adherimos a lo que
dice el abogado de la empresa”. Qué triste, compañeras y compañeros, que estos
Sindicatos no sean capaces de tener un discurso diferenciado del patrón. Qué
triste el entreguismo que nos retrotrae a otras épocas donde la “adhesión
inquebrantable” era imprescindible para seguir subido en el “machito”.
Ahora sólo queda esperar a que estos magistrados nos den la razón,
última de las condiciones para ganar. Nosotros hemos hecho lo que teníamos que
hacer en la mejor defensa de los intereses de todos y todas. No tenemos otro
patrón. Ahora, si sale barbas San Antón y si no, la Purísima Concepción.
Si ganamos, ganamos todos, si perdemos en CSICA
habremos perdido un diente, pero no la sonrisa,
como dice esa valla publicitaria.
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