sábado, 21 de marzo de 2020

LÍDERES....EN CONTAGIOS


En la reunión previa a la mantenida esta semana, Liberbank nos informó que estaba adoptando las medidas que les decían en el resto del sector. En la del pasado Jueves, hemos tenido la oportunidad de escuchar a la empresa detallar una por una, las medidas adoptadas hasta la fecha en ésta crisis: cierre de ventanillas desplazadas, modificación de horario, conciliación de la vida familiar, especial atención al colectivo de empleados vulnerables, suspensión de reuniones presenciales, teletrabajo, viajes 0, refuerzos de limpieza, carteles, compra de mascarillas, guantes y gel; y actualización de los datos de contacto. Éste es el plan de contingencia de Liberbank.

         Después de enumerar estas medidas, nos comunican que Liberbank mantiene el 98,8 % de su red operativa con el 40% de su plantilla (la mitad de la red comercial)  y con servicio todos los días.

         Desde entonces, y sin contar clientes, son varios los casos de compañeros y limpiadoras de nuestros centros de baja por coronavirus. Lo que ha obligado a cerrar varias oficinas. El pasado Jueves 5 compañeros infectados y 3 limpiadoras. 35 compañeros en cuarentena por contacto con infectados y 29 en observación con síntomas. Hoy, sin duda serán más.

         ¿Cuándo decidieron ustedes desmarcarse de las medidas del resto del sector?

         Pongamos como ejemplo que el Santander mantuvo abierto el 50 % de su red la semana pasada y que la semana que viene será solo el 25 % atendiendo lunes y jueves. Y que el BBVA, que opera con menos de la mitad de su red y sólo el 17 % de sus trabajadores ha comunicado que cerrará más oficinas a partir del Lunes.
        
         Pero ¿se han enterado ustedes de qué va esto? Pero se han enterado que su obligación es la de reducir al mínimo posible el número de contactos personales entre clientes y empleados. Ninguna Entidad “del resto del sector” mantiene abiertas tantas oficinas, con tanta plantilla ni con tanto horario. ¿Acaso quieren disfrutar de una ventaja competitiva en esta situación?, ¿A costa de qué?, ¿A costa de quién?.

         Su mal llamado “plan de contingencia” ni siquiera sirve para proteger a todos sus empleados. A los de la red comercial, ya les habían denegado solicitudes de conciliación de la vida familiar y solicitudes de reducción de riesgos a los especialmente vulnerables, por necesidades operativas y de producción. Afortunadamente para su desastre organizativo, y lamentablemente para todos, el Estado de Alerta se declaró y mandaron a su casa a los compañeros y compañeras que necesitaban una situación laboral diferente.

         Un plan de contingencia es lo que diseña una empresa para salvaguardar los intereses de la empresa. Lo que tienen que hacer ustedes es actualizar su plan de prevención de riesgos laborales, ante un riesgo nuevo, grave e inminente. Dejen de poner el foco de sus actuaciones en el negocio y pónganlo donde lo tienen que poner. Protejan de una vez y con medidas contundentes la salud de clientes y empleados, reduzcan al mínimo la exposición de ambos a posibles contagios. Y no sólo porque estén obligados por ley, que lo están, sino porque es necesario hacer todo  lo humanamente posible para evitar contagios, porque hay personas que se mueren.
        

sábado, 14 de marzo de 2020

SACRIFICANDO PEONES




Exigimos al CEO de LBK que de forma inmediata proceda a hacer lo que le exige la ley: garantizar la salud de los trabajadores, nada menos que ante una emergencia sanitaria, y eso solo se puede alcanzar evitando el riesgo, es decir cerrando las oficinas.

En el mundo del ajedrez cualquier aficionado sabe que los “gambitos” son sacrificios de piezas, generalmente de peones, a cambio de obtener una ventaja táctica.

Esta es la sensación que tiene la plantilla de sucursales de LBK en este momento. Hace unos días hemos tenido una reunión “informativa” los representantes sindicales donde el empresario nos explicó que ellos hacen lo que les dicen en el “sector”. Sería bueno que siempre hubiera hecho esto, así no nos habrían metido la mano en el bolsillo, no estaríamos todo el día en los tribunales, y sobre todo, tendríamos la sensación de que el comandante en jefe—como dicen los yanquis— sabe lo que se trae entre manos.

Han sido muchas las ocasiones en que hemos tenido la sensación de que este empresario ignoraba a esta plantilla, que la había abandonado a su suerte. Hoy, con la crisis del coronavirus hemos podido comprobar que en realidad lo que sucede es que la odia, a juzgar por sus actuaciones.

La última tendencia de este empresario es enmascarar ese desprecio con un postureo absurdo en su Intranet, probablemente pensando que esto les exonera de responsabilidad. Todo ello se ha exacerbado con la crisis médica del coronavirus que ha puesto de manifiesto las mentiras y el desprecio elevándolo, como decíamos, hasta la categoría de odio a la plantilla.

Si esto no fuera así:

¾   ¿por qué se mantiene a esa plantilla de las oficinas en una situación de altísimo riesgo ante clientes cargados de virus?.
Cuando todo el mundo cierra sus empresas siguiendo las instrucciones de los organismos públicos y de las autoridades sanitarias, LBK mantiene sus oficinas abiertas. ¿Cuál es la razón? ¿Se quiere deshacer de una vez de todos nosotros?
Le recordamos al mismo empresario que ha cerrado su despacho, y está en su casa tranquilo, que la ley le exige “garantizar” la salud de los trabajadores. Y que esa salud no se garantiza escribiendo tonterías en una Intranet para luego no cumplirlo, sino tomando decisiones que “eviten el riesgo” primer principio preventivo en esa misma ley.
¾   ¿por qué se desprecia a quienes la ley llama trabajadores “especialmente sensibles”, cuando se han puesto en contacto esperando que lo que decía la circular fuera cierto?
Se les responde que no “por necesidades del servicio”. ¿del servicio a quién, a la patria, al líder, a quién?
El sector bancario ha tenido los santos coj… de explicar que no cierran porque son un servicio público. Y esto es tratarnos de estúpidos a los ciudadanos que hemos visto como han dejado a media España en una auténtica desertización financiera cerrando la mitad de las oficinas que había en 2008. Y LBK repitiendo constantemente el mantra de “nosotros hacemos lo mismo que el sector”, como si las responsabilidades que la ley señala recayeran en “el sector”.

A los trabajadores de las ventanillas, que tienen que soportar las babas de la clientela, lo único que les preocupa es:
¾   Sobre todo, y ante todo, que alguien les diga por qué son los peones que la dirección de esta empresa está sacrificando para cobrar sus incentivos el año próximo.
¾   Que alguien les explique por qué se dice en la Intranet que “la salud es lo primero” mientras les mandan a comerse los virus de la clientela.
¾   Saber por qué no se les trata en términos de igualdad como a sus compañeros que están exentos de riesgo. Les recordamos que la igualdad es un derecho fundamental (art. 14 CE)
¾   Saber por qué no se está respetando lo dispuesto en una ley del estado—la de riesgos laborales— para los trabajadores “especialmente sensibles” mientras les distraen en la Intranet para justificarse ante los organismos públicos por si ocurre algo irreparable. Han convertido este banco en un escenario de cartón piedra.
¾   Saber por qué les anuncian permisos para los padres con hijos que se han quedado sin colegio y cuando lo solicitan les dicen que no “por necesidades del servicio” o lo que es lo mismo “¿qué coño se ha creído Vd., que sus hijos son primero que mi negocio?. Hasta ahí podríamos llegar”

Lo cierto es que en LBK, al contrario que el resto del país, el negocio continúa a pesar del riesgo de los “trabajadores sensibles”, de los otros, de los hijos y hasta del espíritu santo. Llevan 10 años cerrando la mitad de las oficinas, y ahora que es cuando debían cerrarlas, como hace absolutamente todo el mundo, pues estos dirigentes, cómodamente reclinados en su casa han decidido sacrificar a los peones de las oficinas dejándolas abiertas.

Si cierra las oficinas, además de evitar el riesgo, no tendríamos que seguir escuchando payasadas como que las embarazadas de menos de 24 semanas no tienen riesgo, o que si “a mediados de la próxima semana no ha llegado el gel desinfectante llamáis a Administración”.

Vergonzoso, indignante y perverso.

También debemos recordarle a la dirección de esta empresa que la responsabilidad por causar daño de forma deliberada a los trabajadores es un delito en este país.

viernes, 6 de marzo de 2020

LBK las quiere ventanilleras.



Cada año hacemos un repaso a la situación de las mujeres en LBK con motivo de su día, el 8M.  Sería más fácil, e igual de riguroso, que recuperáramos en este día de la fiesta de la lucha por la igualdad efectiva entre mujeres y hombres, el documento que publicamos en las mismas fechas del año anterior. Todas y todos tenemos claro que no existe ningún motivo para defender el supremacismo de género. No es necesario ya explicar que feminismo no es lo contrario que machismo, sino la expresión de la lucha por la equiparación efectiva entre géneros.

Acabo de decir que “todas y todos” tenemos claro esto, pero se trata de una generalización que conduce a enmascarar la realidad. Vemos como algunos “luchadores” del machismo salen por estas fechas, como los caracoles después de llover, para explicar urbe et orbe pues en mi empresa ganan lo mismo hombres y mujeres por el mismo trabajo”. A esto se le conoce con el nombre machismo ignorante. Sólo faltaba que esto no fuera así. Estaríamos ante una violación del derecho fundamental a la igualdad (art. 14 CE) por discriminación.

La brecha de la igualdad aparece por algo más sutil, por la discriminación en materia de oportunidades.  Las empresas tienen la obligación desde marzo de 2007 de disponer de planes de igualdad para ir analizando con la representación de los trabajadores, en el seno de las Comisiones de Negociación de Igualdad, la situación de las mujeres con relación a los hombres buscando brechas y adoptando medidas para ir reduciéndolas.

En marzo de 2019 se dio una nueva vuelta de tuerca haciendo hincapié precisamente en esto que decimos con la publicación del RD Ley 6/2019 de medidas urgentes de garantía de la igualdad de trato y de oportunidades entre mujeres y hombres en el empleo y la ocupación.

La realidad de LBK, como ya supondréis, es que no dispone de tal Plan de Igualdad y que se pasa esta Ley, por muy Orgánica que sea, por el forro de sus caprichos cronificando su estado de anomía permanente, y con la desfachatez añadida de ir por ahí pregonando que adopta medidas de Responsabilidad Social Corporativa que es como le llaman a comprar vasos reciclables para la plantilla en un rasgo de desprendimiento sin precedentes.

En la elaboración de estos Planes existe una etapa de diagnóstico de la discriminación. Y nosotros queremos, como ya hemos hecho en muchas otras ocasiones, adherirnos a la fiesta y a la lucha por los derechos de las mujeres con este gráfico que debía ser proporcionado por el empresario pero que no hace.

Aprovechamos para recordar al empresario que crear una comisión para dejar que la exigencia legal muera en ella, es algo que ya se le ha ocurrido a mucha gente antes. Crear una Comisión e ir dilatándola solo puede ser considerado una circunstancia agravante en la Inspección de Trabajo. Las mentiras después de 10 años de existencia de LBK ya no cuelan en ningún organismo, y en la Inspección de Trabajo menos.

El gráfico que os ofrecemos está actualizado y es autoexplicativo de la brecha efectiva de igualdad de oportunidades que, lejos de ir cerrándose, cada vez es mayor en LBK y ello a pesar de que seguro que a algún botarate se le ocurrirá decir que en LBK trabajan más mujeres (55%) que hombres (45%),

Qué modernos.

Azul= Hombres
Naranja = Mujeres