EL ACUERDO DE
LOS “INOCENTES” COMIENDA A DAR SUS FRUTOS
¡MIENTRAS LA PLANTILLA SE EMPOBRECE, LOS ACCIONISTAS
DE FORRAN!
Una de las denuncias efectuadas por CSICA en la pasada
Mesa de Negociación, y por ello una de las razones por las que no hemos
firmado, ha sido que las pretensiones de la empresa excedían en mucho las
exigencias de Bruselas sobre la reducción de costes laborales, pues frente a
los 666 FTE previstos, los “inocentes firmantes” del acuerdo
le han concedido otros 300 de propina, sin considerar que otros 200 han
abandonado el banco victimas de la salvaje movilidad decretada desde el pasado
junio.
Y de forma fulminante (acción-reacción), los hechos
nos vienen a dar la razón, porque como todos hemos comprobado, el valor de la
acción de Liberbank se ha disparado durante la “negociación” de diciembre en
más de un 30%, lo que indica a las claras que los tiburones financieros estaban
esperanzo la “firmita” como agua de mayo, es decir, estaban al aguardo del
salvaje recortazo salarial de la plantilla para colocar sus inversiones a
sabiendas de que durará 3 años y medio, lo que reportará buenos pelotazos fruto
de que seremos el banco más eficiente del mundo, aunque importe poco el que
seamos el banco más desorganizado y chapucero de la galaxia.
Por ello, CSICA ha preferido mantener su coherencia con
los principios que anunció al comienzo de la nueva negociación. Por eso no hemos
firmado. Traíamos ya una experiencia no muy grata de etapas anteriores en las cuales
tuvieron problemas hasta quienes firmaron. Por eso entendimos que la mejor forma
de defender los intereses de los trabajadores era posicionarnos de tal forma que
sería mejor prepararse para un buen pleito que para un mal acuerdo.
No quiere decir esto que no hayamos manifestado en todo
momento nuestro deseo de negociar de buena fe y por eso suscribimos propuestas conjuntas
con el resto de sindicatos desde el primer momento y hasta cuando los límites nos
parecieron infranqueables. Traspasadas nuestras líneas rojas (medidas sólo coyunturales,
no homogéneas, etc.) entendimos que ya era hora de apearse de un tren que nos llevaba
a un destino que no era el nuestro.
Queremos aclarar, que para CSICA la eliminación de las
prejubilaciones nunca fue una línea roja, como algunos se han encargado de mal
informar de forma tendenciosa. En la última propuesta sindical conjunta, todos
los Sindicatos las eliminamos al comprobar el caramelo envenenado que la
empresa nos lanzaba, consistente en suspender el contrato durante 18 meses a 400 “prejubilables”, que
sólo se prejubilarían si el banco alcanzaba unos ratios de capitalización
inalcanzables en el momento de las salidas.
Algunos otros Sindicatos compartieron nuestros principios
desde el primer día pero luego los fueron dejando por el camino (“estos son mis
principios, si no le gustan tengo otros”) y aunque lo respetamos creemos que han
sido víctimas de una escenificación hábilmente orquestada por el empresario quien
a lo largo de quince días se mostró impasible, amenazante (“si no hay acuerdo habrá
medidas unilaterales”), discontinuo (cada día un abogado), cultivando el jardín
para coger las rosas el último día a las 5 de la mañana.
El truco es el siguiente. Veréis. Una cosa es la realidad
y otra la apariencia de la realidad. Lo cierto es que la realidad no existe. Se
construye con el lenguaje, con el relato. El empresario conoce la objetividad de
los números y la oculta, pero tiene la ocasión de ir construyendo una realidad que
no existe y que se la apruebe la
UE. Si a esto le añadimos que todos estamos mediatizados por un
ambiente general de recortes salariales, de paro y miseria, resulta más sencillo
que aceptemos medidas desmesuradas que en condiciones normales hubieran provocado
reacciones en la calle.
Con esa apariencia de realidad viene a una reunión a que
los representantes de los sufridores se lo ratifiquen utilizando el miedo (“esto
está muy mal y todos tenemos que contribuir”) o la amenaza (“pues va a ser mejor
que firméis porque sino medidas unilaterales”). Algunos siempre se tragan el anzuelo
e incluso se creen la realidad irreal que nos pintan. Otros no queremos tragarnos
nada (ni el anzuelo) y por escrito decimos que no nos creemos nada (está publicado
el día 17/12). Que esta es la situación que ellos pintan, pero que de los estados
públicos del banco no se deduce la necesidad de aplicar medidas tan brutales como
las que pretenden. Como mucho alguna medida para compensar la caída puntual de márgenes,
medida que debía ser adecuadamente justificada, como dicen el sentido común y la
ley.
Es decir, algunos negocian contra lo que creen que es la
posición del empresario y otros contra lo que sabemos que es la situación de la
empresa. También sabemos que cuando éramos una Caja de ahorros el empresario no
tenía que “vendimiar” para el capitalista. Pero ahora sí. Por eso de los 100 millones
que dice que quiere recortar calculamos que con ajustes de un tercio hubiera sido
suficiente para que LBK hubiera seguido estando, incluso por encima de sus competidores.
El ajuste que pretende el empresario nos situaría en 3
años por encima del Banco Santander en eficiencia. Esto no puede, obviamente, responder
a necesidades de viabilidad sino a un mero traspaso de dinero del bolsillo de los
trabajadores al bolsillo del accionista (ya vemos por la prensa como llegan atraídos
como las abejas a la miel). Y esto no lo dice sólo CSICA, lo ha dicho en plena negociación
el BBVA, recomendando comprar el valor en bolsa con recorridos al alza de más del
35% (y esto sólo después de aplicarse las medidas salvajes durante 6 meses).
Pero no lo dice sólo el BBVA y CSICA. Lo dice también la
cotización de LBK en Bolsa. Desde la reunión del día 17/12 con los sindicatos la cotización se
ha disparado un ¡32 por ciento!
¿Porqué creéis que viene el dinero de fondos internacionales,
buitres propios y ajenos, a un Banco que apenas despega en el panorama financiero
español?. Sin duda atraído por unos fundamentales que cotizan a la baja y también
porque ¿Quién les garantiza más que LBK que los costes de personal están fuertemente
controlados durante nada menos que 4 años? Nadie.
Nosotros creemos que sería mejor que el Banco sea viable,
que corrija algunas caídas puntuales de márgenes, que sus directivos no traten de
jugar a banqueros fórmula 1, ni sus accionistas nos elijan por eficiencias forjadas
en el empobrecimiento de la plantilla.
Por eso este acuerdo tiene necesariamente dos valoraciones
(por lo menos): la que se obtiene comparándose con las unilaterales de la amenaza
(criterio seguido por quienes firmaron) y la que se obtiene basándose en la realidad
de los números (criterio de quienes no firmamos).
También creemos que el Banco, conseguido su propósito de
traspasar 60-70 millones de euros anuales del bolsillo de los trabajadores al de
los capitalistas, pudiera haber sido más equitativo en el reparto de cargas territoriales.
Aunque pensándolo bien tal vez tuviera algún precio que pagar. El próximo día os
daremos la estadística del pacto que ya comienza a llamarse de los inocentes (por
el día en que se firmó, of course).
si señor, y pensar que el resto de los sindicatos hagan caso omiso a todo esto.
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