lunes, 25 de septiembre de 2017

LOS INGENIEROS VENDEN SEGUROS....


(Empleo postcrisis en LBK - IV)

Después de escribir los comunicados anteriores se ha anunciado una ampliación de capital por parte de los dirigentes de LBK cuya finalidad, además de la oficial, ha sido recogida por la prensa económica “con este excedente [unos 100 millones tras el enésimo saneamiento del ladrillo], la entidad no descarta aumentar las dotaciones para ajustes de personal y ahorro de costes futuros. Es decir, que podría ofrecer salidas voluntarias definitivas a los empleados que ahora están acogidos al plan de excedencias compensadas temporales. Tampoco descarta elevar el dividendo”. (El economista, 7/9/2017)

NO podría resumirse mejor: ajustes de personal (despedir); ahorro de costes; y elevar el dividendo ¿está clara la estrategia no?. Resulta evidente que habíamos dado en el clavo cuando hemos explicado que todo esto de cerrar oficinas porque las cierran los demás, porque no hay negocio o porque el futuro es de la banca digital no son más que meras disculpas que ocultan la verdad: lo que se conoce como política de rentas, es decir, el dinero pasa del bolsillo del trabajador al del neocapitalista de las cajas que ya atisba que esto puede ser un filón.

En el último comunicado hablábamos ya de esa “revolución” digital de la banca que se están inventando para tapar, para ocultar la verdadera realidad. Os hablábamos de los estudios que se sacan de la manga, falseando una realidad, la de los clientes de bancos digitales, haciéndonos creer en primer lugar que el 92% de los clientes de la banca (incluidos 9 millones de pensionistas) son usuarios habituales de internet; que el cliente promedio es una mujer de menos de 39 años que vive en grandes ciudades e ingresa al mes entre 3.000 y 5.000 euros. Y además que el que paga en efectivo es un sospechoso de fraude fiscal.

Pero esto es mentira, estaréis pensando a estas alturas. Claro. Hay que contar mentiras de estas para que los que firman ERES con despidos en la banca puedan engañar a su conciencia.

4.   LBK cierra Oficinas porque el futuro es la Banca digital (y 2)

En primer lugar cabría preguntarse ¿qué sentido tiene encargar “encuestas ad hoc” sobre algo que el propio Instituto Nacional de Estadística publica cada año?. Se trata de la Encuesta sobre equipamiento y uso de tecnologías de información y comunicación en los hogares que el INE viene haciendo desde 2006 conforme a las exigencias de EUROSTAT, agencia estadística europea, con una muestra nada menos que de 20.000 hogares españoles.

Este estudio financiado por la Banca llega  a la conclusión de que “el cliente de banca cuenta con un creciente perfil digital que está conduciendo a una revisión del modelo relacional con las entidades financieras y que permite anticipar cambios más que relevantes en el sector”. Ahí queríamos llegar. A justificar elcambio de modelo relacional”, o lo que es lo mismo a justificar el cierre de Oficinas.

El Informe pasa de puntillas sobre una cuestión trascendental y es que para que se produzca este cambio de modelo relacional (sustituir la Oficina atendida por la Tablet) es necesario que el cliente pueda efectuar de forma remota las mismas operaciones que hace de forma presencial porque de no ser así estarían engañando a los clientes para justificar el despido de los trabajadores, por mucho que los responsables de la cosa en LBK (un vendedor de servicios de telefonía móvil, que no ha trabajado ni un solo día en un Banco, y que en LBK se encarga de la “transformación digital”) le llamen a esto “potenciar las capacidades digitales” para “mejorar la experiencia de los clientes”. Van a tener razón los de la escuela de la psicosocialogía aplicada que sostienen que la realidad no existe, simplemente se crea con el lenguaje.

Consultar saldos de las cuentas, la actividad principal de los usuarios de banca digital, según este Informe, no puede ser considerado un servicio o producto de consumo alternativo. Nadie acude ya a su Oficina para consultar el saldo. O casi nadie, por tanto, falacia.

Lo que debiera haber ocupado a esta encuesta es saber qué porcentaje de estos usuarios digitales contratan productos o servicios a través de medios digitales, es decir de forma desatendida. Esto no lo hacen porque saben a priori que es un porcentaje pequeño y no podría ser utilizado para justificar el cierre de Oficinas tradicionales y mucho menos para despedir trabajadores.

Pero quien sí cuenta la verdad sobre esto es la Encuesta del INE. Verdad estadística apuntalada por consulta a 20.000 hogares de este país. En el Cuadro siguiente podemos ver cómo efectivamente el número de actividades financieras que han efectuado los clientes a través de Internet ha experimentado un crecimiento significativo, pero que de ninguna manera puede calificarse como “disrupción” y mucho menos servir como justificación para cerrar Oficinas.

En los años 2008 (año de la crisis), 2011 (año de la fusión en LBK) y 2016 (último disponible) que hemos venido utilizando en nuestras comparativas se ha producido un incremento notable en el comercio electrónico pero sobre todo debido al crecimiento del número de usuarios de Internet. Mucho más moderado ha sido el crecimiento del porcentaje de usuarios de internet que compran productos a través de la red. Para ilustrarlo hemos añadido al número de compradores de productos financieros el % que representan en cada periodo sobre el total de compradores.

No se especifica en los microdatos de la Encuesta de 2016 si las compras financieras, que en este año ya aparecen desglosadas, son efectuadas por los mismos o distintos usuarios.

Sea como fuere el crecimiento porcentual de los clientes digitales NO es ni mucho menos espectacular (obsérvese que incluso el % de 2011 es inferior al de 2008) y utilizar esto como explicación de “disrupción”, de “revolución”, y otros términos que hemos visto publicados es una pura mentira de los medios de la banca para justificar lo que no se atreven a reconocer: cierres y despidos.

Pero la mejor forma de conocer la penetración de los usuarios de Internet en el sector financiero es comparar los porcentajes de aquellos que compran productos bancarios con los que compran otro tipo de productos a través de la red.



Y es ahí donde podemos observar que entre las preferencias de los compradores digitales no se encuentran los compradores de servicios financieros que se sitúan prácticamente en la cola del comercio electrónico, incluida la compra de seguros que no puede considerarse propiamente un servicio bancario, o al menos en exclusiva.

Así que amigos de la Banca, NO falseen con encuestas ad hoc sus verdaderas intenciones inventándose “revoluciones” tecnológicas porque si así fuera ¿qué coño hacen los ingenieros informáticos vendiendo seguros en los mostradores de las Oficinas de LBK?


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