Hoy se bendecirá con la firma un nuevo acuerdo en LBK. De nuevo los sindicatos de la filial vuelven a sacrificar, sin motivo alguno, a los trabajadores del grupo, perpetuando un ERTE, que ahora han convertido en un ERE, por un periodo de dos años y medio más. Poco importa que la reforma laboral exija que el empresario acredite pérdidas para poder meter la mano en la nómina de los trabajadores. Poco importa que no existan estas causas en esta ocasión, tal y como CSICA ha acreditado en la mesa de negociación, mesa que de nuevo solo ha sido un teatrillo improvisado para escenificar un pacto off the récord que esta vez ha contado con una estrella invitada, la representante del sindicato STC.
Tendremos ocasión de mostraros los argumentos utilizados por Csica para desacreditar las causas de ERE y también para contaros algunos entresijos de este nuevo "atraco laboral". Por el momento alguno de los titulares de este nuevo fiasco ha sido:
Se incorporan al grupo de nacidos en los años 56 57 y 58 la añada del 59 que resultarán de alguna manera "privilegiados" con relación a sus compañeros de la misma edad que ya marcharon antes. Esta "añada" ha tenido la gran suerte de nacer el mismo año que la dirigente de STC. A partir de ahora habrá dos añadas históricas en España el Rioja del 70 y la añada de STC .
Lo malo de estas maquinaciones es que la factura la tiene que pagar alguien. Y en este caso será la generalidad de la plantilla, como suele ser habitual. Sea como fuere y creemos que a cambio de todo ello es la primera vez que un empresario consigue sacar adelante ( 40 millones de euros) su propia propuesta inicial a la mesa de negociación. A cambio dinero para el añada de STC y algunas pequeñas concesiones que no pasan de calificarse como "florituras" que es como las llamó la abogada del empresario.
Un aspecto relevante de esta nueva tropelía es que los verdaderos impulsores del ERE han sido los sindicatos firmantes porque el empresario anunció que no adoptaría medidas unilaterales si no se firmaba en la mesa. Sorprendentemente, y que lo expliquen si pueden, estos firmantes continuaron con su empeño de quitar a la gente su dinero.
La postura de CSICA ha sido bien simple. Desacreditadas las causas, plagados de falsedades, del empresario para despedir y rebajar nóminas, no tenía ningún sentido negociar medidas traumáticas. No obstante hemos mostrado en esta negociación express (la ley dice que puede durar 30 días y aquí se ha ventilado en dos) nuestra disposición a firmar siempre que las medidas de reducción de salarios y jornada fueron voluntarios para el trabajador.
Los que tenían evidentemente un acuerdo previo prefirieron sacrificar a la plantilla con un ojo puesto en "lo suyo" y meterle a Menéndez 40 millones en el bolsillo, todo ello maquillado con adornos que no desvirtúan el núcleo duro de la acuerdo. Con florituras.
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