CRONIFICANDO LOS RECORTES
Si el objetivo que persigue LBK con esta importante reestructuración de plantilla anunciada el día 30 de junio, fuera diáfano, transparente y
confesable es seguro que trataría de conocer lo antes posible el número de
afectados que se adhieren a este plan de salidas con el fin de reorganizar el
servicio en las Oficinas en lugar de esperar a que en setiembre monten la
encerrona a cada uno de ellos en un vis a vis, tipo lo tomas o prepárate.
Si el objetivo fuera diáfano, transparente y
confesable el empresario hubiera planteado el asunto en una mesa de negociación
a los sindicatos, en lugar de evitarles.
Si el objetivo fuera diáfano, transparente y
confesable hubieran comunicado en el mismo acto su intención además de las
condiciones económicas y de todo tipo que tienen intención de aplicarles a los
afectados, con el fin de que lo fueran madurando durante el verano. Pero se les
cita para setiembre como a los malos estudiantes.
Si el objetivo fuera diáfano, transparente y
confesable habrían debido comunicarlo con lealtad a las partes en lugar de
filtrarlo a la prensa, por la que nos hemos debido enterar del coste de la
iniciativa, del plazo de amortización, de dónde han sacado el dinero para
pagar, y de algo que resulta muy importante: la cronificación de los recortes.
La prensa económica (“El Economista”) ha dicho,
suponemos que citando fuentes de Liberbank,
“Con esta propuesta, se prevé que la mayor parte de la
reducción de costes obtenida por la aplicación del Expediente de Regulación
Temporal de Empleo (ERTE) actual -vigente desde enero de 2014- se convierta en estructural.”
La Nueva España, órgano de expresión de Cajastur, ha dicho en términos más vulgares, pero tremendamente claros:
“El propósito
de esta medida es lograr unos ahorros anuales de 50 millones en costes
laborales, convirtiendo así en crónico el recorte de costes salariales
que le está suponiendo de forma transitoria a la entidad el actual expediente
de regulación temporal de empleo (ERTE), con vigencia entre 2014 y el verano de
2017.”
Es fácil deducir de ambas crónicas que el propósito
de LBK es el mismo que consiguió con el ERTE actualmente en vigor, reducir el
coste salarial, de manera que si el objetivo es el mismo, las causas que lo
justifican han de ser las mismas, causas económicas.
A pesar de esa falta de transparencia suponemos que
el propósito será seguir poniendo a la niña “guapa” para los cortejadores que
la preferirán más delgada. Y es que es sabido que, además de las bicicletas,
también las dietas “adelgazantes” son para el verano. Se anuncia la medida pero no se publican las
condiciones, siempre con esta política de “buena fe” que caracteriza a los dirigentes
de este Banco. A algún ideólogo le habrá parecido divertido dejar cocerse a los
potenciales afectados en su propio jugo de la rumorología mientras se adentran
en un proceso psicológico de aceptación para que lleguen a setiembre “tiernos”
para la negociación individual.
Y es que, aunque oculto casi todo de esta nueva maniobra, LBK sí se ha encargado de dejar claro que los sindicatos no van a intervenir en esta historia. Niega con ello las funciones constitucionales de los sindicatos, la defensa y representación especializada de los trabajadores. Prefiere la encerrona, la presión, la triquiñuela individual de la extinción por mutuo acuerdo, que sólo podría llamarse así cuando las partes del contrato de trabajo mantuvieran posturas de equilibrio. Pero esto no es así. El contrato de trabajo es un contrato tan especial que ha dado lugar a toda una rama del derecho, el derecho del trabajo, que tiene como función esencial la corrección de las enormes asimetrías que se producen cuando una de las partes contratantes tiene la prerrogativa de mandar sobre la otra.
Por eso existen en los Estados “sociales y de
derecho” democráticos las organizaciones sindicales. Para evitar que el patrón siga
explotando, engañando y sirviéndose indiscriminadamente del trabajador. Poco
importa si en la literalidad de la norma sustantiva no se estipula el
procedimiento de reestructuración colectiva de la plantilla que extingue su
relación por mutuo acuerdo. E importa poco porque lo que se está vulnerando es
algo que escapa, incluso al ordenamiento positivo, residenciándose en la Constitución:
el derecho que tienen los trabajadores a que sus intereses sean defendidos por
sus representantes con sus asesorías jurídicas detrás, con sus garantías
sindicales intactas.
Pero el empresario LBK prefiere ir uno a uno, como
en las repúblicas bananeras, buscando explotar la debilidad, la ignorancia en
materia laboral o fiscal, el miedo a las repercusiones y el qué me pasará si no
acepto.
Por eso ha salido el último día de junio a decir que
va a hacer otro ERE que “cronifique los recortes” y que los sindicatos no van a
tener ocasión de defender los intereses de sus compañeros, aunque ello suponga
vulnerar el derecho fundamental a la libertad sindical o a la negociación
colectiva.
No debe olvidarse el empresario que una extinción
colectiva de la relación laboral tiene tal consideración sin perjuicio de la
forma de llamarlo, e incluso del procedimiento utilizado para acometerlo. Si se
quiere desprender del 12 por ciento de la plantilla por causas económicas (la
cronificación ya dicha) da igual el procedimiento que haya elegido, estaremos
ante una extinción colectiva por causas económicas, un ERE encubierto al que no se quiere llamar así, buscando la
indefensión de los trabajadores afectados.
En CSICA
estamos totalmente
a favor de facilitar una salida organizada, legal, negociada y consensuada
del colectivo citado. Pero no de que el empresario pueda manipular unilateralmente un asunto que afecta a más de 600 trabajadores. Es nuestro deber, y también nuestro derecho, ejercer las acciones asociadas al derecho fundamental a la
libertad sindical y a la negociación colectiva.
También es nuestro deber y nuestro derecho hablar en
nombre de los que se quedan. Y en este sentido hay una cosa que el empresario
debería explicar. Si hay dinero para todo, para pagar al Estado, a los
accionistas, a los preferentistas, e incluso a los trabajadores para que se
vayan ¿cuál es la explicación para que se siga haciendo ablación de nuestros
bolsillos de forma tan salvaje hasta el año 2017?.
Dice el orden civil que las obligaciones que nacen
de los acuerdos están para cumplirlas, incluso las intolerables que firmaron algunos
sindicatos a escondidas. Pero incluso dichas obligaciones tienen su límite
previsto para cuando las condiciones del acuerdo hayan variado de forma tan notoria
que permita modificarlas. Se trata del conocido principio rebus sic stantibus
aplicable directamente a nuestro ERTE para el que se simularon unas causas,
entonces falsas y hoy insostenibles en sus efectos hasta nada menos que Junio
de 2017. Los sindicatos firmantes tienen hoy motivos y fundamentos legales para
que los tribunales revisen y anulen lo firmado. Si no lo hacen es porque no quieren.
Que se sepa.
CSICA estará allí otra vez. Si no puede ser en la mesa de negociación será en los tribunales, defendiendo a esos trabajadores a los que un empresario, hostil hasta el final, ha sembrado de inquietud y de incertidumbre todo el verano.
Mientras tanto os damos algún dato más de la
operación "oscura"
Gracias. Sois los unicos que intentais comprender los motivos que llevan a la empresa a hacer propuestas, inconcretas, extemporaneas y poco motivadoras. Igualmente sois los únicos que se han interesado por este colectivo, donde la mayoria soportamos las maximas rebajas salariales y donde otros sindicatos se apoyan para darnos por todos lados para no perder el voto del resto.
ResponderEliminar¿No hay elementos suficientes para poder plantear demanda por fraude de ley? ¿Con la edad que tienen los 615, es posible que la empresa pueda vender la moto de esta estafa que pretende? ¿ Consideráis que alguien pueda aceptar cualquier tipo de propuesta? Es que ni ofreciendo el 100 % del sueldo se puede aceptar por el palo fiscal que lleva aparejado. Si todos los afectados nos pusiéramos de acuerdo en la misma respuesta de rechazo (que creo que se va a dar) y ninguno aceptara ¿ que prevéis que hará entonces la empresa?
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