La torpeza de LBK es inconmensurable. Mientras que
en estos momentos la pésima dirección del banco está utilizando a los
directores de oficina para que hagan proselitismo de cara a que a los
trabajadores firmen la aplicación del peligroso “plus de productividad”, por
otra parte, acabamos de enterarnos de que Menéndez ha decidido suprimirles el
plus funcional ligado a la responsabilidad que venían percibiendo desde 2012.
En aquel año, CSICA denunció esta estratagema del
banco y criticamos la engañifa que entrañaba aquel complemento de quita y pon,
al ser un plus funcional “compensable” “absorbible” y no “pensionable”.
Desgraciadamente ahora, como a perro flaco todo son
pulgas, en estos momentos de tanta necesidad pecuniaria, LBK vuelve a fustigar
las espaldas de los directores, subdirectores, interventores, etc., y ha
decidido eliminarles el citado plus aprovechando la nueva e injusta
clasificación de oficinas reinstaurada recientemente, haciendo bueno el refrán
de hacer de la necesidad virtud.
Menéndez, consciente de sus limitaciones desde su
época de Cajastur, sabe que la mejor manera de sostener los resultados es
firmar acuerdos rocambolescos con los sindicatos amigos o conceder complementos
a dedo de quita y pon que le permita coger aire, a sabiendas de que le
conviene.
En esa estamos ahora y por partida doble: quita el
plus funcional e instaura otro que ha denominado de productividad. Cuando le
venga en gana, quitará este último. Pero de momento se ahorra dotar y gana
tiempo.
El llamado plus funcional es conocido en LBK como
“plus esponja” porque desde 2012 absorbe todos los incrementos derivados del
convenio colectivo como incrementos y revisiones salariales anuales, plus
convenio y otros. Es decir, a la larga los responsables de oficinas han perdido
dinero, viendo cómo su salario es el mismo año tras año y encima, padeciendo
las medidas de los ERES. Y si el trabajador fuese destituido, perderá el
complemento y cualquier otro que se hubiese unificado con el anterior. Una
manera muy singular, ocurrente e imaginativa para que el banco se financie a
costa de los responsables de oficinas y de todos los trabajadores por
extensión.
La prueba de que el recién
parido “plus de productividad” va a durar menos que una pompa de jabón, la
tenemos en el “plus esponja” que LBK ha decido suprimir de un plumazo ahora,
apelando a la nueva clasificación de oficinas puesta en marcha a todo correr
tras requerírselo la Judicatura. El “laboratorio del mal” de la Escandalera
cada vez que recibe un varapalo judicial, se saca de la chistera un nuevo y
ocurrente plan para sacar tajada a costa de los trabajadores; en este caso, a
costa de los sufridos directores y responsables de oficinas.
Ya el año pasado, tras la firma del acuerdo de
21.06.17 (ERE 48/2017) suscrito por LBK y los “sindicatos amigos”, la empresa
burla burlando, “recomendó” una semana después a los responsables de oficinas
que aceptasen como especie de harakiri una reducción salarial con arreglo a
unas tablas (parecidas a las del ERE anterior), además de la reducción de
jornada-salario acordada. Mientras los sindicatos afines se dedican a firmar en
un barbecho todo lo que Menéndez les pide (UGT dice ahora que firmó el plus de
productividad en solitario ¿presiones incluidas?), CSICA se dedica a impugnarlo como
hacía Penélope tejiendo y destejiendo la madeja mientras esperaba el regreso de
Ulises de Ítaca. El asunto de la reducción según tablas está en el Supremo,
después de que la capciosa medida fuese declarada nula por la Audiencia
Nacional.
A Menéndez le está apretando el zapato más de la
cuenta últimamente (BCE) y por ello está un tanto desquiciado y desquiciando a
todo el colegueo que le adula. Como el banco no cumple con la ley, ni con las
sentencias, y sus gestores son los menos productivos de Europa, sólo son capaces
de generar recursos estrujando a la plantilla y rascando una y otra vez en
nuestro salarios y derechos. Y cuando hay condena en firme, se sacan de la
manga un complemento. De ahí el título del comunicado: de complemento en
complemento y quito porque me toca suprimirlo…
Lo que se conoce en el campo de los riesgos
laborales como psico terrorismo laboral, campa a sus anchas en LBK como estamos
comprobando estos días con la “firma voluntaria” del plus de productividad. Los
apremios, amenazas, y presiones para que se firme el plus (¿no era voluntario?)
son continuos, lo que está generando estrés, miedo, y tensiones insoportables.
Por otra parte, se niegan las vacaciones a quienes no cumplan los objetivos, y
para disciplinar a quienes no tragan con las ordenes de Menéndez han despedido
en los últimos días a varios trabajadores, a modo de aviso a navegantes y que
parezca un accidente. Esto en Italia tiene un nombre…
En CSICA, y por el bien de la salud
mental de la plantilla y de nuestro futuro, nos vemos en la obligación y
necesidad de dirigirnos al CEO para solicitarle que se vaya de una vez, y podemos
decirlo más alto, pero no más claro:
¡Menéndez, váyase ya!. ¡Deje en paz
a esta bendita empresa que ha vendido a fondos especulativos y deje de
martirizar y esquilmar a los trabajadores que le quedan, después de haberle
soportado a duras penas desde que puso sus garras en las cajas que dieron
origen a LBK, algo que no ha sabido gestionar como mandan los cánones pese a
que le han dado más oportunidades que al Platanito!… SR
MENÉNDEZ: ¡VAYASE YA DE UNA VEZ DE LBK!