En la intranet se
ha publicado como noticia, que la entidad de pronto se ha puesto generosa con
la plantilla. ¡Eureka: se abrieron los cielos y parieron un Pin en forma de
regalo!. Parece ser que LBK en un alarde de altruismo, nos lo va a conceder a
todos los trabajadores sin distinción, para que luzcamos logos y marca en
solapas (los chicos) y no sabemos dónde (las chicas), porque desconocemos cómo
será esta dádiva, y cómo se fijara en nuestras vestimentas.
LBK en el
comunicado viene a decir que es un “obsequio” modesto y sencillo, manifestación
ésta que ha debido ahorrarse porque ya sabemos que LBK es el banco más rácano
de la Vía Láctea y además, tiene como gran afición, la de meter en el bolsillo
de los accionistas, todo lo que es de los trabajadores.
Al parecer, LBK
entiende que el Pin es un gesto para avanzar en el refuerzo de la marca (¿qué
marca: la de la entidad con más condenas en los juzgados de España, la de las
preferentes o subordinadas, la de las cláusulas suelos, o la de los gastos
hipotecarios?, para afianzar el sentimiento de pertenencia. Pero qué
pertenencia ni qué niño muerto, si aquí el anhelo mayor de la plantilla es
largarse echando leches, tal y como nos invitó el CEO Menéndez en su último
“pantallazo” virtual para quien éste disconforme, que somos la inmensa mayoría.
¡Todo quisqui reza para largarse cuanto antes Sr. CEO!
Y es que en un
alarde de ingenio y sagacidad, LBK ha decidido que nada mejor que donar este
regalazo (¿será pago en especie?) a los trabajadores para reforzar la campaña “engánchate
a tu marca”, para reforzar el cariño, el orgullo y el compromiso de pertenecer
a una entidad divina, conciliadora, maravillosa…, cosa que es imposible so pena
de padecer el llamado síndrome de Estocolmo, pues esta plantilla diezmada del
banco (de 7.000 FTE hemos pasado a 3.000 FTE), no puede olvidar que el CEO del
banco para beneficio de sus accionistas, nos ha aplicado a los trabajadores
desde su constitución, las medidas laborales más salvajes del sector.
Por otro lado, en
el comunicado LBK habla de “lucir” el pin, y lucimiento viene de luz, de
brillo, de refulgencia, por lo que quizá nos llevemos una sorpresa y dicho Pin
sea de oro, sí, sí no os riais, de oro: ¡pero de oro del que c. el moro! Y como
“prescriptores” de nuestra marca, LBK nos anima a lucir el Pin corporativo para
identificarnos con el banco. No creemos que lo luzcan muchos, porque la mejor
prescripción facultativa para nuestra salud, es salir echando leches de este
infierno…
No obstante, tras
los cambios en el organigrama, se nota que en el banco las cosas están
cambiando por los c………… Como ejemplo destacamos que el Departamento de
Relaciones laborales ha pasado a denominarse de RRLL y Calidad de Vida Laboral, lo que es un eufemismo como un templo,
pues LBK tiene el deshonroso honor de ser la entidad con mayor índice de
absentismo de España.
La calidad de vida
laboral en LBK entra dentro de la realidad virtual tan en boga hoy, y
sencillamente no existe, es un engañabobos. Por qué. Veamos:
1.- LBK, no se miden los riesgos psicosociales
¿para qué, con la cantidad y la calidad de vida laboral que tenemos?
2.- La media de
absentismo duplica la media del sector.
3.- En LBK no
existe una política de igualdad. No existe plan de Igualdad. No existe Comisión
de Igualdad. No existe una política de conciliación de la vida laboral y
familiar. Hay absoluta desigualdad y discriminación. Todo es yermo.
4.- No hay
desarrollo de carrera profesional.
5.- No hay
clasificación de oficinas.
6.- No hay
homogeneidad de condiciones laborales.
7.- Desde la
reforma laboral, los ERES se suceden sin solución de continuidad.
8.- Los directivos
y la plantilla están ahítos, diezmados, hastiados y fustigados.
9.- La política de
relaciones laborales se hace en los tribunales y en las Inspecciones de
Trabajo, pues el departamento de calidad de vida laboral es como un agujero
negro.
10.- Todo está
judicializado, empantanado, denunciado, recurrido, ejecutado…
Etc. Etc.
Este Banco es el
rey del despropósito. Se niega desde hace 7 años a medir los riesgos
psicosociales a su plantilla y les entrega un premio de 6.000 a unos investigadores
universitarios del estrés. Para lavar la imagen. Como el PIN.
Algunos dirán que
cómo consentimos tanta iniquidad y abusos. CSICA no lo consiente, ni lo tolera,
lo perseguimos a diario, y seguiremos haciéndolo. Por ello, mientras el
Departamento de Calidad de Vida laboral siga en su Matrix particular,
recomendamos a todos los trabajadores que no “luzcan” el pin de una entidad que
no respeta el marco de relaciones laborales, ni nuestros derechos.
Eso sí, quienes han
parido el invento se lo pueden colgar donde todos sabemos…
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