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“Al próximo que le cuelen un cheque falso le pongo tres meses en la calle”—, tronó,
irritado, cierto territorial —al que coloquialmente se le conoce como “el
hombre del saco” por sus amenazas— ante un numeroso y atemorizado auditorio por
lo que parece ser un incremento de los cheques falsificados que se pagan en las
Oficinas. Debía haberse ocupado el airado personaje en comprobar si a estos
mismos trabajadores el empresario les ha proporcionado formación, información y
medios necesarios para combatir un tipo de fraude más viejo que la Renfe.
Información nula. La falsificación de
cheques no es ni más ni menos que un delito y dice la ley que debe ocuparse
de ése y de todos los demás de carácter antisocial el Director de Seguridad
(por cierto, ¿todavía tendremos dos Directores?). Casi 5 años esperando que
este empresario colgara en la Intranet medidas de seguridad para las Oficinas y
cuando lo hacen no aparece nada sobre falsificaciones.
Formación, más nula todavía. Esto es algo totalmente
desconocido en LBK. ¿Y las medidas de
seguridad anti falsificación?. No existen. Es por ello por lo que hace unos
días los auditores (y ¿que pintan los 2 Directores de Seguridad?) reconocen en
una circular la realidad del estado del arte: “este tipo de fraude es difícil
detectar sin medios auxiliares, como la lámpara de luz ultravioleta” (2,59 € en
Aliexpress).
O sea
que este directivo exige a los suyos que hagan algo que no pueden, que
no saben y para lo que no tienen medios. Conclusión: el “hombre del
saco” es un justo merecedor de su cariñoso alias.
Apenas una semana más tarde
aparece un comunicado en la Intranet en el que se da cuenta de que LBK ha
“conseguido la certificación de calidad ISO 22320 de gestión de emergencias”. Y
a continuación dice “La certificación supone un avance en las
políticas implantadas por el Banco, y que tienen por objetivo la excelencia en materia de seguridad en los
centros de trabajo”. Con dos coj…
No
valen ni para gastar 2 euros en lámparas UV (zapatos rotos) pero se gastan una
pasta en salir en los periódicos cantando las excelencias en materia de seguridad
(pajarita). Cambian ahorro en el furgón
blindado por riesgo para la vida de los trabajadores atracados y hablan de
excelencia. Sin despeinarse.
El
desbarajuste en seguridad es de tal calibre que CSICA se ha visto en la necesidad de denunciar y tratar el asunto
de forma exhaustiva en los Comités de Seguridad y Salud reclamando la presencia
de medidas concretas (elaboramos propuestas pormenorizadas incluso) y también del
Director de Seguridad (de uno de ellos, al menos) en esas reuniones de los
Comités y ni puto caso, disculpándose unos con otros en un espectáculo que
resultaría cómico si no fuera porque hay miles de personas en riesgo.
La
famosa certificación en ISO 22320 es un ejemplo claro de una clamorosa falta de
profesionalidad. Se trata de una norma técnica que explica las mejores prácticas
internacionales en materia de emergencia. Y certifican las Oficinas (de momento,
una de ellas) justo el único sitio del Banco donde la autoprotección no resulta
ni exigible legalmente por la Norma Básica de Autoprotección ni recomendable
técnicamente porque en una sucursal bancaria todo el mundo sabe que los riesgos
vienen de fuera (los atracadores). Abandonar una sucursal ante un eventual
riesgo “desde dentro” como una amenaza de bomba por ejemplo, no requiere el
nombramiento y adiestramiento de jefes de emergencia, jefes de evacuación, ni
de sesudos planes escritos, bastando con el consabido “maric…el último” y
apenas un par de minutos para completar la salida de trabajadores y clientes.
Sí resultan,
en cambio, estas medidas exigibles legalmente (edificios administrativos con
una ocupación de 2.000 personas o superior ó edificios de 28 metros de altura)
en edificios singulares de LBK donde llevamos años reclamando estos planes de
autoprotección y donde ni siquiera existen en muchos casos. Y la pregunta es de
cajón ¿Por qué no gestionan la
emergencia donde hay riesgo y además lo exige la ley? y ¿Por qué se gastan el dinero donde no hace
falta?. Alardean de que somos el primer banco de España que certifica esto
en las sucursales. Claro, en los demás tienen profesionales al frente de la
seguridad en lugar de guitarristas y prefieren gastar el dinero en algo útil.
Hemos
denunciado en más de una ocasión a LBK por motivos de seguridad. Pero curiosamente
lo hemos hecho por una cosa y por la contraria. Por no tener medidas de seguridad
implantadas para proteger a los trabajadores y por tener implantados planes de
evacuación…….pero para organizar la salida urgente de los que van a trabajar
por las tardes cuando llega el Inspector de Trabajo.
Tampoco ayuda mucho el descojono organizativo. La
emergencia viene en el Plan de riesgos laborales y la gestiona el Servicio de
Prevención. En las recientes normas de seguridad de Oficinas ni siquiera se
menciona. Sin embargo, el premio a la “excelencia” lo recoge el Director de
Seguridad que debería estar organizando el asunto del delito de falsificación
de cheques, que termina gestionando un Auditor por aplicación del principio de
la física que dice que los vacíos tienden a rellenarse.
Un despropósito
más de una empresa que camina a impulsos, como pollo sin cabeza, que trata de disimular
sus zapatos
rotos poniéndose una pajarita.
Y
todavía tienen la desfachatez de hablar de excelencia. Excelentes incompetentes es lo único que son…