MOTINES

                                           Motín

Nos cuentan que tras una audioconferencia revestida de malos modos y presión desmesurada por parte de un Director de Zona de Santander, todos los Directores de Oficina a su cargo, a los que acababa de poner deberes para todas la tardes de la semana, decidieron, ni cortos ni perezosos, presentarse en el despacho del susodicho. Al verles, y viendo amenazada su autoridad, exclamó “Esto es un motín”.

Efectivamente, bien pudiera llamarse motín a la reacción colectiva a un desatino sostenido en el tiempo. A una presión desmesurada, que como hemos visto en nuestra encuesta de clima laboral, se ha convertido en una forma de gobierno deliberadamente implantada en Liberbank. Suelen ser los motines elementos de transición entre un antes y un después y por eso esperamos que esta manifestación de unos directores de oficina de Cantabria sirva para que el empresario reflexione sobre su forma de organizar la producción y se ponga a gestionar en lugar de mandar que es lo que hacen los que no saben otra cosa.

 

Algunos directores de Oficina nos han hecho ver, y reconocemos aquí que tal vez la generalización nos ha llevado a cometer el error de meter a todos en el mismo saco, que no todos ellos son iguales, que la mayoría resiste como puede los embates que vienen desde la dirección tratando de aislar a sus trabajadores de la mezquindad de los de arriba.

 

Ningún momento mejor que éste para salir públicamente a decir que CSICA está con estos directores, multitud, que todavía diferencian trabajar bien de perseguir a compañeros o compañeras en su horario de trabajo y fuera de él. Algunos otros, la minoría, tienen demasiada prisa por ascender, pero debemos decirles a este tipo de directores que resulta inmoral cambiar su proyección profesional por el sufrimiento de sus compañeros, y además, que NO es verdad que asciendan porque este verbo en Liberbank no se conjuga.

Apoyamos explícitamente la reacción de estos directores de Santander porque han demostrado que, actuando colectivamente, se pueden corregir los desatinos de una dirección errática que se ha ganado a pulso el descrédito dentro y fuera del banco. Y también por lo que significa haber sido los primeros en hacerlo en toda la organización, al parecer con buenos resultados porque tras el incidente fueron recibidos por el Director territorial, que ejerciendo de policía bueno sacó la manguera de apagar incendios y aquí no ha pasado nada.

Esperemos que sea verdad. Estaremos atentos.