ESCÁNDALO SINDICAL

El último romántico

Esta generación es una generación iconoclasta. La de la decepción, de la frustración, de la pérdida de la inocencia. De la desaparición del romanticismo. Casi nada es como habíamos venido creyendo. Se nos han caído todos los mitos juntos y de repente. La desesperanza aflora.
 

De repente nos hemos dado cuenta de que los sindicatos eran también patronal. Los políticos y los capitalistas les han afiliado, sólo que esta vez el “carnet” es negro y sirve para pagar en el corte inglés. A cambio sólo se les piden ser el mando a distancia para controlar a los trabajadores. A esos mismos trabajadores que ahora nos sentimos estúpidos por seguirles en las “manifas” mientras enseñan descuidadamente el “rolex” al coger la pancarta. Una comedia macabra de engaño organizado. La ideología de la resistencia, de la lucha obrera, de las huelgas, ha muerto. Ahora los trabajadores eligen a sus dirigentes y los capitalistas los corrompen. La sensación, compañeras y compañeros, de sentirse defendido por estos es puro placebo. Nada más.
 

Ha llegado el momento de enviar a los chorizos a la cárcel. Pero eso lo deben hacer los jueces. Nosotros, entretanto, vamos a tener ocasión dentro de muy poco de sacarlos de nuestra vida profesional.  Es preciso que nadie olvide nunca que el más de un millón de euros que se han llevado los dirigentes sindicales de UGT y CCOO de Caja Madrid y Bankia desde sus órganos de gobierno ha coincidido en el tiempo con el despido de miles de trabajadores. Si no fuera por el asco que da estaríamos diciendo ¡Vaya paradoja!, primero te pongo ahí con mi voto y después tú me despides. Es poco imaginable algo más abyecto, más miserable.
 

Ahora ya nos parece menos inexplicable que alguien se reuniera con Menéndez en los “cuartitos” de la CECA, y de uno en uno, para laminarnos el sueldo a todos los trabajadores. Ahora entendemos los cambios repentinos de posición, de cambiar un sitio de la mesa por el otro. También el apoyo de sus abogados a los letrados de Menéndez en los juicios cobra sentido. O extender el periodo de “rebajas” hasta 2017, algo que la Audiencia Nacional hubiera rechazado si no fuera porque lo firmaron ellos, y así está escrito en una Sentencia.
 

Y nosotros matándonos a hacer números que demostraban lo contrario de lo que ellos firmaron de madrugada y sin testigos. Ahora nos sentimos estúpidos pensando que debían estar descojonándose de nuestra buena fe. Ha llegado el momento de quitar la careta a todo el mundo. No debéis olvidar que el más agraciado de todos los sindicalistas de Caja Madrid es el marido de la secretaria general de Bancos y Cajas de Ahorros de CCOO, COMFIA, (que ya tiene guasa el nombrecito y más a estas alturas). Y se llevó 266.400 euros.
 

Respetamos la honorabilidad de los compañeros sindicalistas (de los honestos) casi con la misma intensidad que despreciamos a sus organizaciones y a sus dirigentes que son los que les dicen lo que deben firmar. Y a los que, entre ellos, tienen firma no nos queda más remedio que ponerlos en cuarentena por tantas cosas inexplicables de Liberbank, y explicadas en otras entidades financieras.
 

En CSICA seguiremos respetando también a los compañeros y compañeras que prefieren seguir COMFIANDOSE de estas franquicias de robar. A los que quieren ser los últimos románticos del progresismo de la transición.
 

Sólo les pedimos que sumen lo que les han quitado de la nómina. Igual eso les devuelve al pragmatismo y a la realidad.