Sesenta
días han pasado desde la proclamación del estado de alarma. Sesenta días de
incumplimiento de abastecimiento de epis, de cierres de oficinas por contagios,
de reaperturas sin certificados de desinfección, de discriminación entre
compañeros por un caos de turnos incomprensible, de discurso unilateral de
medidas y protocolos que no tiene en cuenta a la representación legal de los
trabajadores.
Bienvenidos
a la nueva normalidad en Liberbank. La misma anormalidad de siempre.
Desde
la RLT hemos asistido a declaraciones inimaginables en reuniones precedentes.
En la última, hemos podido escuchar que la responsabilidad de las medidas y
actuaciones tomadas le corresponden a la empresa y que por lo tanto nuestras observaciones
no tienen porqué ser tenidas en cuenta. Dicho así, sin ningún rubor. Cansados
estamos de recordar a la dirección de relaciones laborales de esta empresa, que
uno de los principios básicos en la política de prevención de riesgos laborales
es la participación de los trabajadores en los planes de prevención. La empresa
tiene la obligación de consultar a los trabajadores y los trabajadores tienen
el derecho de efectuar propuestas dirigidas a mejorar la seguridad y la salud
en el trabajo, a través de sus representantes legales. Algo que a Liberbank le
molesta, como le molesta cualquier observación o sugerencia de modificación en
sus hojas de ruta.
Para
Liberbank, estas reuniones, no dejan de ser un molesto trámite que hay que realizar
por imperativo legal, para implantar unas medidas que sólo Liberbank ha
decidido. Sin considerar observaciones realizadas, sin considerar propuestas
presentadas. Lo dicho, la misma anormalidad de siempre.
Pero
la última reunión, nos deparó más sorpresas.
Fue
sorprendente escuchar al director de relaciones laborales preguntar a los
representantes de los trabajadores si la empresa debía abrir expediente a un
compañero, por haber acudido a su puesto de trabajo sabedor de estar contagiado
por coronavirus. Casi tanto como escuchar la respuesta afirmativa de miembros
de otros sindicatos.
Si
la política laboral de Liberbank respetase al empleado y su salud emocional,
que no sólo no lo hace, sino que en muchos casos la destroza, ningún compañero
se vería en la tesitura de acudir a su puesto de trabajo en esas
circunstancias. Pero el modelo de trabajo de este banco, basado en el
cumplimiento de objetivos a toda costa, aderezado con presiones, insultos y
amenazas, es capaz de nublar el buen juicio de cualquiera.
Se
llama salud mental. Algo que a Liberbank le es completamente indiferente.
Hace
tiempo que desde Sibank recordamos al empresario que su modelo laboral no sólo
va en contra de la salud mental y emocional de sus empleados, si no de los
intereses de la propia empresa. Una plantilla tensionada hasta este punto,
sufre un mayor absentismo, caída de productividad, mayor número de errores
individuales y por ende, peores tomas de decisiones de sus empleados. Este
suceso es un claro ejemplo. En un ambiente de trabajo saludable, ningún
empleado hubiera actuado así.
No
nos pregunten a nosotros si deben sancionar a un compañero, ustedes saben que
no estamos para eso. Pregúntense a ustedes mismos cómo es posible que un
empleado suyo, no se atreva a solicitar una baja en esta situación. Esa es la
pregunta que deben hacerse. Conocen la respuesta. La culpa es suya y de un
modelo productivo insano. Les pedimos, una vez más, que den los pasos
necesarios para modificar el actual modelo productivo, con el objetivo de
lograr un entorno de trabajo saludable en Liberbank.
Y
que les quede bien claro, en Sibank no estamos para abrir expedientes a nadie.
La empresa sabrá lo que tiene que hacer. En Sibank, nos mueve y nos preocupa la
defensa de los trabajadores, no su castigo.
Lo
que sí les recordamos, es que, si la empresa hubiera adoptado las medidas
solicitadas por la RLT, un caso así tampoco se hubiera dado.
Si
realmente les importa la seguridad y salud de sus empleados doten de medidores
de temperatura los centros de trabajo, impidan que ningún compañero con fiebre
pueda acceder a ellos. Realicen los test a la plantilla y pongan en cuarentena
a los infectados.
Como
medidas contra una pandemia global, creemos que nuestras exigencias son
bastante... normales.