lunes, 10 de septiembre de 2018

El sultán, la favorita, y el miedo


8/9/2018

El sultán, la favorita, y el miedo

El próximo 18 de octubre se va a pronunciar el Tribunal Supremo sobre el recurso de casación del ERE de 2017 presentado por CSICA. Lo va a resolver la Sala Cuarta en Pleno, algo reservado a las grandes ocasiones. Y es que registrar el mismo año cuentas con beneficios y aparentar pérdidas para despedir trabajadores, es algo duro de tragar. No cuela.

No cuela salvo que en lugar de un sindicato seas un partner del empresario o seas de la cosecha del ’59, como la secretaria general jubilada de STC. Esta intrépida sindicalista se cayó del caballo, como Pablo de Tarso, y de repente lo vio todo claro. Los beneficios se convirtieron en pérdidas, su vida laboral en jubilación (no tocaba, pero se arregló), su sindicalismo en postureo (denunciar en público ante la fiscalía extremeña y desdecirse en privado) y se convirtió en la favorita.

No fue fácil, la lucha era dura. Había muchos que optaban a ese puesto. Unos habían sido favoritos en el pasado, pero ya no estaban para muchos trotes y otros no tenían aún la plena confianza del sultán. Ganó ella, que sigue acudiendo como Secretaria General de STC a defender los postulados del empresario por laudos y pleitos.
Y ya se sabe que las favoritas tienen ventajas. El sultán le prometió elecciones ad hoc garantizándole el triunfo. Pudo ser algo así:

¾   No te preocupes, que nosotros agitamos el miedo de los electores para que estés sola, así te garantizamos el triunfo.

Sin embargo, ya se sabe que quienes fueron favoritos en otra época no se resignan a dejar el puesto a la nueva, así que presentan batalla. Batalla que pierden porque su candidatura es igual de fuerte que su eslabón más débil (candidatos con más miedo de lo ordinario), y el sultán ahí resulta tremendamente eficaz, porque es el que manda.

Claro que la favorita debe hacer concesiones también desde su sindicalismo flower power al empresario que se comporta en el Plan de Pensiones de PECAJASTUR como si fuera Luis XIV (“l’ ètat c’est moi”) y va y dice “el presidente soy yo”. La favorita, naturalmente, tiene que pagar los favores y pone el dinero de las pensiones al cuidado del empresario, sin votación alguna. ¡Viva la democracia!

Ahora lo que tenemos en la Escandalera (cada día entendemos mejor por qué se llama así) en realidad es una modalidad de cooptación (forma de cubrir vacantes de un órgano desde dentro) con apariencia de democracia en la que el sultán se ha ocupado de retocar censos, espantar adversarios e impedir el pluralismo democrático.

A los compañeros y compañeras de la Escandalera les decimos que en CSICA entendemos el miedo que les hace renunciar al libre ejercicio democrático. Pero también les recordamos que deben ser prácticos y pararse a pensar que este pseudosindicato el día que sea llamado a una mesa encima de la que estén los papeles de una absorción, defenderá los intereses del sultán. Por que es la favorita de él, no la vuestra.

No obstante, creemos que existe una fórmula para despistar a los esbirros del sultán. Desde CSICA te recomendamos que acudas a votar, pero en tu papeleta escribe “NO CON MI VOTO” para mostrar el rechazo a este pastiche antidemocrático montado entre el sultán y la favorita. 

Jubilada, pero favorita.

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