En alguna
ocasión anterior ya debimos autocorregirnos. Veníamos de sostener que esta empresa no
tenía un modelo de gestión, para concluir que sí lo tenía. Se llama entropía y es la disciplina que se ocupa del desorden de
un sistema. Es como si existiera el propósito estratégico de que nada tenga un
orden lógico.
Vean
sino lo sucedido con la clasificación de Oficinas. Los dirigentes de LBK, como
en tantas otras materias, decidieron no respetar lo que habían firmado en el Convenio
Colectivo en lo referente a la clasificación de oficinas. Su pretensión era— como
no—, dejar de retribuir a los directivos de las oficinas por el negocio
gestionado y la carga de trabajo.
Tras
el preceptivo paso por los tribunales, les ordenan hacer una clasificación
acorde al Convenio, y el día 8 de junio de este año nos envían una
clasificación de todas las UGC’s del Banco, así como los criterios para calcularla:
saldo medio de Activo, saldo medio de pasivo, y carga de trabajo, con una ponderación
respectiva de 20-60-20.
Naturalmente
y conocidos los antecedentes, LBK no ha respetado la participación de los
trabajadores, que tienen derecho a pronunciarse sobre los sistemas de
clasificación elegidos por el empresario a través de Comités de Empresa y delegados
sindicales.
En
el Cuadro adjunto puede observarse cómo a lo largo de dicho año LBK identificaba
317 UGC’s que se repartían en distintas categorías y porcentajes.
Cuál
no sería nuestra sorpresa cuando LBK nos remite el 11 de setiembre de 2018 una nueva
clasificación de oficinas referida esta vez al año 2018. Como
quiera que el año 2018 no ha terminado aún y que, cuando la limosna es grande
hasta el santo se mosquea, nos dispusimos a comparar la información recibida
con una diferencia de 3 meses.
La
primera sorpresa fue comprobar cómo el número de UGC’s del banco había caído en
tan solo unos meses en 33, o lo que es lo mismo, más de un 10% se había
esfumado en la última clasificación.
Comprobadas
cuáles faltaban, descubrimos sorprendidos que, entre otras, faltaban 3 UGC’s
que se llaman “agentes”. Fíjate tú, que en el Banco, señero e innovador en generar
empleo precario, mal pagado, sin derechos, sin defensa sindical, que intenta
por todos los medios aparentar que los agentes nada tienen que ver con las
oficinas tradicionales, va algún torpe e incluye sus saldos con su categoría y
todo ¡dentro
de una clasificación de Oficinas del Banco!
Seguramente
que el autor material de los hechos no fue a la mili. Si hubiera ido, le
habrían enseñado que en formación cerrada los errores se notan cuando se
corrigen.
Tomamos
nota, como decía Juncal. Tras las elecciones sindicales prometemos ocuparnos de
los “agentes de Menéndez” con la profundidad que requiere el asunto de esa
nueva variedad de esclavos financieros
del siglo XXI que les hacen “fijos” por 5 años, ganan 1.000 € al mes, reciben
las mismas ordenes, tareas, instrucciones, etc. que el resto de la plantilla, y
deben
adelantar al patrón la mitad del sueldo que van a percibir (fianza).
Nosotros
NO somos los representantes legales de los agentes (son autónomos), pero sí
somos un Sindicato que va a pelear para que esta “infección” laboral NO siga
propagándose, convirtiendo a trabajadores con derechos y representación, en
auténticos esclavos de estos neobanqueros subvencionados.
En
la segunda entrega de la clasificación, además del detallito de los “agentes-oficinas”,
más cosas nos llamaron la atención. Por ejemplo, hemos visto como los saldos
medios de activo por UGC crecían en tan solo 3 meses un ¡53 por ciento! Y no es que haya venido Bill Gates a pedir un crédito,
sino que el incremento es generalizado en todos los centros.
Tal
vez estos episodios tan inexplicables (e inexplicados) resulten explicativos de
por qué nos entregan los datos de oficinas en pdf y por qué reiteran en cada
página el deber de sigilo y confidencialidad.
Ya nos
hemos referido en alguna ocasión al deber de sigilo, que ellos confunden con el
secreto. No lo haremos de nuevo, pero sí debemos recordarles un par de cosas:
- El deber de sigilo ha de conciliarse con el derecho a informar libremente a los trabajadores de los manejos que se trae la empresa en algo que afecta a un buen número de ellos. Ellos, los trabajadores, también tienen otro derecho, a ser informados por sus representantes legales.
- Y en todo caso, el sigilo resultaría exigible, según la normativa que menciona, a los miembros de los Comités de Empresa y a los delegados sindicales, pero en ningún caso a las secciones sindicales, figuras jurídicas distintas en el derecho del trabajo, que es a quien le envía los datos el banco..
En
lugar de jugar a marisecretitos, sería mucho mejor que explicaran a que están
jugando con algo tan serio como la clasificación de oficinas, que responde al
esfuerzo de toda la plantilla de la red comercial y del que depende también el
sueldo de muchos de sus miembros. Habida cuenta de las diferencias en tan sólo
3 meses es claro que una de las cifras es errónea, y probablemente ambas.
Directivos
de LBK ¿por qué no prueban —aunque sólo sea una temporada—, a gestionar esta
empresa con un cierto orden y abandonan la entropía como
forma de gobernanza?
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