Una buena forma de explicar
el perfecto desastre organizativo de LBK son sus altísimos niveles de
absentismo que sacude a la plantilla, con algunos casos verdaderamente graves.
Sin embargo, este impacto que se viene sucediendo desde el comienzo de las
actividades del banco no resulta por sí mismo autoexplicativo de cuáles son las
causas que lo provocan, aunque la plantilla (y nosotros) no tengamos, en
general, duda alguna.
Para que los sindicatos
podamos exigir al empresario modificaciones concretas de su estilo de dirección
es necesario objetivar cuales son las causas, cuáles son los factores que
alteran la salud de empleados y, de modo muy especial, de las empleadas. Estos
factores de incremento desmesurado de los niveles de estrés —por eso también
llamados estresores— se pueden concretar utilizando metodologías debidamente
contrastadas. Es lo que se llama evaluación de
riesgos psicosociales, y es lo que llevamos demandando desde hace 8
años, con la negativa permanente del equipo directivo que ha ido diluyendo la
obligación legal en un mar de disculpas, mentiras, negativas y centenares de
sanciones en todas las Inspecciones de Trabajo de los territorios donde operan.
LBK es el banco más
sancionado de España y buena parte de estas sanciones tienen que ver con su
negativa a evaluar estos riesgos, a que la realidad que han puesto en marcha
quede plasmada en una evaluación objetiva. Era preferible para los directivos
de LBK esquivar la obligación legal de evaluar los riesgos que cambiar su
modelo de presión, amenaza y miedo que han implantado.
Tras 8 años peleando y
denunciando, el empresario no ha tenido más remedio que evaluar estos riesgos
psicosociales, especialmente el estrés, y para ello hace unos meses puso en
marcha un grupo de trabajo en el que, además de sus representantes, están
también representantes de la empresa contratada para llevarlo a cabo (Quirón
Prevención), y un representante de cada uno de los sindicatos del banco, a
excepción de UGT.
Hemos tenido varias reuniones
en las que se ha hecho hincapié en las garantías de aplicación del método
FPSICO 3.1 del Instituto Nacional de seguridad y salud en el Trabajo y otros
aspectos del proyecto. De modo muy especial SIBANK ha hecho hincapié (porque
conocemos el perkal) en los criterios de anonimato y confidencialidad de los
datos capturados. Se trata de datos de carácter personal que tienen la
consideración de datos de salud, según la normativa vigente (Reglamento europeo
de protección de Datos). Y por ello hemos exigido que quedara reflejada en un
documento la responsabilidad, tanto de LBK como de Quirón Prevención en este
sentido.
En SIBANK
queremos hacer un llamamiento a toda la plantilla para que cumplimenten todas y
todos esta evaluación. Queremos
que quede plasmada en este trabajo la realidad de este banco; que quienes se
singularizan por sus ataques y amenazas queden retratados, y también quienes
señalan con el dedo a los despedidos sin causa.
Pero se corre un riesgo. Es
la denominada autocensura. Es
el riesgo a que cada miembro de la plantilla NO CONTESTE LA VERDAD, que la
dulcifique por MIEDO. Nada debe temer nadie. Tras las salvaguardas por escrito
cualquier maniobra del empresario supondría un delito y eso no se arregla con
multas. SIBANK no dudaría en sentar a los responsables ante el juez de
lo penal, por eso pedimos la colaboración de todos y que cada uno conteste de
acuerdo a su propia experiencia.
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