DEMOCRACIA VENEZOLANA

Democracia venezolana

Creíamos que era propio de folclóricas y artistas no saber envejecer dignamente. Pero hay otros artistas a los que el paso del tiempo se les atraganta y hacen lo indecible para mantener su viejo estatus, sin darse cuenta de que están equipados para vivir en un mundo que ya no existe.

Hoy os vamos a contar el abanico de acciones que los amigos de CCOO han desplegado últimamente al ver como su caudal (privilegios y mamandurrias) se escapa por el desagüe de una sociedad que ahora se informa y piensa sola.

1. Todos recordamos cómo se echaron en brazos del empresario en Junio del año 2013. Noches de pasión y desenfreno a espaldas del resto de los sindicatos, tras la pantomima tradicional de los paros intermitentes, huelgas de boca pequeña, banderita al viento y verborrea postcomunista, insistiendo unos meses más tarde en jodernos la vida a todos, después de habérselo echado abajo los tribunales.
2. En las elecciones sindicales de Asturias, después de salir corriendo (literalmente), no presentaron candidatura. Al fin y al cabo es una forma de que los compañeros no te pasen la factura.
3. Tras las elecciones sindicales de Cantabria de 2014 recogieron firmas para torcer la voluntad democrática salida de las urnas pretendiendo que sus firmas valieran más que los votos de los trabajadores.
4. Hace un par de meses, y próxima ya a finalizar la “legislatura” de la Comisión de Control del Fondo de Pensiones en Cantabria se descolgaron con una “componenda”: “repartirse” los asientos entre sindicatos. Yo os dejo alguno de mis escaños y nos repartimos el “bacalao”.
5. Rechazado públicamente el pasteleo por CSICA (a través de este blog), han decidido ensayar un NUEVO método de no perder elecciones: que no se celebren.
6. Sí, este es el modelo democrático de CCOO. A esta conclusión han llegado para no perder elecciones: utilizar sus votos para “atornillarse” al asiento de la Comisión de Control y no convocar elecciones tras 4 años de mandato. Poco importa que esos 4 años sean la duración máxima que establece una norma jurídica. Poco importa que  se lo hayan advertido los asesores jurídicos. Y menos aún les importa el derecho que tenemos todos los partícipes del Fondo a elegir a nuestros representantes cada 4 años. Téngase en cuenta que los actuales fueron nombrados en 2013 con la representatividad sindical de 2010, ¡cuando ni siquiera existía LIBERBANK!.

Menos mal que no tienen en sus manos convocar elecciones políticas. ¿Os imagináis qué estaríamos diciendo de un Presidente de Gobierno que se negara a convocar elecciones cada 4 años, tal y como establece la Ley? Todo el mundo diría que estamos ante una dictadura que niega al pueblo derechos fundamentalísimos como la participación democrática o el principio de legalidad, el sometimiento a las leyes aprobadas en nombre de ese mismo pueblo.

Pero el banquillo de CCOO no era suficiente para parar las elecciones. Y se buscaron un pacto para tan vergonzante tarea. ¿Y a que no adivináis quien votó con ellos?. Pues efectivamente, los representantes de Menéndez en la Comisión, con el Director de Relaciones Laborales al frente, para que no quepa duda.

Y es que donde ha habido amor ningún momento es malo para ventear el rescoldo, para volver a echarse uno en el regazo del otro. Y además el argumento utilizado sería algo así: “Como nosotros no hemos cumplido la Ley (unificar los Planes de pensiones de las entidades de origen) pues no hay elecciones”, que dicho de otra manera sería “Si para que los chicos de CCOO sigan “atornillados” a sus asientos tenemos que incumplir la ley, pues se incumple”, o algo peor “para evitar que los trabajadores puedan elegir libremente a sus representantes, con el riesgo de que no sean de CCOO, ya se los elegimos nosotros”.

Esto nos recuerda muchas épocas negras de la historia de este país y nos hace preguntarnos si empresarios y sindicatos no estarán ahora escenificando en público lo que llevan tantos años haciendo en privado, cuestionando un modelo de Estado y de convivencia.

Democracia venezolana, que está muy de moda.