En la reunión de hoy en Madrid con representantes del empresario se han tratado muchos asuntos de gran relieve sindical, aunque de forma muy superficial. Debemos saludar, eso sí, lo que pudiera ser un cambio de talante, talante que no ha sido suficiente, sin embargo, para dar respuesta a asuntos del máximo interés para la plantilla.
Esta nueva actitud quiere concretarse en reuniones trimestrales de carácter informal. Hemos dicho allí que las relaciones laborales son eminentemente formales y de carácter jurídico, y en cuanto a la periodicidad, mejor asociarlo a los asuntos importantes y urgentes, como sucede en la actualidad.
Este formato que propone LBK se parece más a esas mesas de diálogo a la catalana sin orden del día y sobre las que planea siempre la incertidumbre. Le hemos pedido al empresario que retire las medidas unilaterales pero nos contestan que esto no estaba en la agenda.
Hemos hecho entrega conjunta con todos los sindicatos de un escrito de alegaciones sobre el registro de jornada que ya está en funcionamiento y que, literalmente, no hay por donde cogerlo, y del que tendremos ocasión de hablaros en los próximos días.
En este y otros muchos asuntos presentados han quedado en contestarnos próximamente, como es el caso de los centros de trabajo con personal procedente de distintos territorios y con distinta regulación horaria. También tratamos de los compañeros de algunos centros a los que se les impuesto un horario singular sin ningún tipo de negociación y sin respetar lo dispuesto en el Convenio colectivo o en la ley. Otra modificación sustancial de las condiciones de trabajo más.
También hablamos de flexibilidad, un derecho que nace de una modificación de la ley ( marzo de 2019 ). "Estamos trabajando en ello" nos dijeron, pero la realidad es que el vociferante jefe del negocio recordaba hoy mismo en una audioconferencia que eso de la flexibilidad está asociado al cumplimiento de los objetivos, y revisable trimestralmente. Derechos de creación legal limitados y condicionados por un comercial.
Alguno de los presentes preguntó por las previsiones de cierres de oficinas. La respuesta nos sonó a represalia, en plan "esto podíamos haberlo tratado en el periodo de consultas". Le recordamos a los representantes del empresario que en SIBANK tenemos muchas dudas sobre la figura del agente financiero, instrumento que LBK está utilizando de forma intensiva para destruir empleo fijo y con derechos. Los jueces ya se están pronunciando al respecto. Los llaman "cajeros externos" y condenan a las entidades financieras a pasarles a la plantilla ordinaria. Ahora volvemos a reiterarlo, si apreciamos represalias o abuso de estos falsos autónomos para trasladar o despedir trabajadores fijos plantearemos una demanda por conflicto colectivo antes de que esto se convierta en un Banco de Agentes, vieja aspiración del Consejero Delegado, y expresión máxima de neoliberalismo bancario.
Se trató asimismo sobre cierres parciales de oficinas y los gastos de dietas y kilómetros en los que deben incurrir los trabajadores en ellas destinados, pidiendo también en esto pronunciamiento de la empresa. Hemos observado cómo, en general, eso que nosotros llamamos cumplimiento de la ley y ellos "soluciones óptimas" les resulta inasumible siempre que ello suponga incremento del gasto, y ante esto poco importa si la reunión es formal o informal.
Asuntos como los Planes de Igualdad, la integración de los distintos Planes de pensioneso la Evaluación de riesgos psicosociales no puede ventilarse con un "estamos trabajando en ello".
Ni en las mesas formales ni en las informales, por mucho que mejore el talante, que siempre es de agradecer.
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