Sospechábamos que a la dirección de LBK no le hacía ninguna gracia que todos los sindicatos nos opusiéramos a sus manejos. Y es que la unidad sindical es lo mejor que le ha sucedido a la plantilla, considerada en su conjunto. Los asesores del empresario se mostraban hoy especialmente irritados por algo que están viendo que se les tuerce, que se les escapa de las manos.
Hoy todos los sindicatos sabemos que nuestras sospechas se han hecho realidad. El empresario ha desplegado todos sus recursos en contra de aquello que han identificado como "Houston, tenemos un problema". Y no han dudado en 'bombardear' esa unidad sindical con la más importante de sus armas, las amenazas y el miedo, recurso único de quien no es capaz de argumentar razones en una mesa.
Han recurrido para ello a la Intranet – antes de haber redactado el acta de la reunión – amenazando con "medidas más perjudiciales" por la falta de "responsabilidad" de todos los sindicatos, es decir, por no "tragar". Por negarse todos ellos admitir que el pulpo NO es una mascota.
Tratan de confundir y amenazan a una plantilla que saben amedrentada y temerosa a la que vienen aplicando un estilo de dirección impropio de este país y de este momento. Y para ello, de forma apresurada y tendenciosa, acusan a los sindicatos de negar una "realidad existente y contrastada". Ni una cosa ni otra. Es absolutamente falso. Lo que sucede es que el empresario quiere hablar de medidas sin acreditar las "razones probadas" que las justificarían caso de existir, algo que les exige la ley.
Es difícil en un comunicado como este, redactado en el tren de regreso a casa, hacer un resumen jurídico-técnico que hoy presentamos en la reunión mediante un escrito conjunto de todos los sindicatos. Lo tendréis publicado por escrito aquí. Hemos prometido al empresario que en la próxima reunión prevista para el 28/11, profundizaremos en nuestra tarea de desmontar unas causas que NO existen más que en la cabeza de sus asesores que NO dudan en ocultar la realidad de este banco que ha tenido una extraordinaria evolución desde el ultimo ERE de junio de 2017, a costa de vuestro trabajo y de vuestro bolsillo. Y lo hacen aunque deban recurrir a la alteración de normas, de forma intencionada, con el fin de inducir a error sobre su autenticidad.
Y como la calidad de la leche se mide por una gota, os dejamos este titular:
- El día 29/10 a las 12 horas el empresario nos convocó en un hotel de Madrid para explicarnos que debían quitarnos 23 millones € anuales durante 3 años.
- Dos horas antes, del mismo día, otro representante del mismo empresario confesaba en rueda de prensa que LBK tenía un "exceso de capital" y que probablemente lo "repartirían entre los accionistas".
Ese trasvase tradicional de las rentas del trabajo a las rentas del capital NUNCA se manifestó con evidencia más cegadora. Mismo día, mismo empresario.
El ataque a la unidad sindical NO es un ataque a los sindicatos. Es un ataque a la dignidad de los trabajadores. No lo consintáis, amigas y amigos. Todos vamos a seguir dando la cara contra este atropello.
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