martes, 30 de septiembre de 2014
MAL CLIMA LABORAL EN LIBERBANK (III)
Todo ello nos hizo pensar que debía haber alguna explicación que estaba
conduciendo a los trabajadores y trabajadoras a los dispensarios médicos. La
primera explicación, reportada por numerosos compañeros, fue la existencia de
innumerables factores de riesgo psicosocial relacionados con la tarea, el apoyo
social, la falta de formación y adiestramiento, elevadas exigencias
cuantitativas y cualitativas, falta de claridad en la tarea, etc., factores
todos ellos capaces de enviar a los trabajadores en busca de bajas médicas.
Pero no era suficiente como explicación, sobre todo por el volumen de bajas.
Analizando los datos y hablando con la gente nos encontramos con que
había “algo más”. Nuestro personal técnico descubrió, en los relatos que se nos
hacían, conductas constitutivas de algo más serio, el denominado acoso psicológico
o mobbing. En todos los territorios
(y esto fue lo que nos puso en la pista) se reproducían conductas, generalmente
a manos de “directivos”, de acoso a determinados trabajadores que eran
estigmatizados, artificialmente diferenciados de sus compañeros.
Atribuimos la responsabilidad de la existencia de estas conductas al
propio empresario, ya fuera por acción (hipótesis efectuada por CSICA
y nunca desvirtuada por el empresario), o siempre por omisión del deber de
tutela de los derechos de los trabajadores que la ley le asigna al empresario
en su condición de garante de tales derechos. Teníamos dudas de si el
empresario lo hacía de forma organizada, dolosa, o como mínimo, lo consentía.
Sabemos que el mobbing es una de estas cosas de las que mucha gente
habla pero es una cuestión compleja basada en conductas acosadoras que no siempre son fáciles de reconocer. Y también sabemos que este mobbing puede constituirse en
un arma que destruye psicológicamente a las personas. Algunos estudiosos
españoles (Iñaki Piñuel) atribuyen la quinta parte de los suicidios de nuestro
país al mobbing. La destrucción psicológica del mobbing, orientada siempre a
reducir la empleabilidad de la víctima, a que se marche del trabajo, puede ser
tan profunda que su mentor Heinz Leymann
dijo tras su estudio que “En las
sociedades de nuestro mundo occidental altamente industrializado, el lugar de
trabajo constituye el último campo de batalla en el que una persona puede matar
a otra sin ningún riesgo de llegar a ser procesada ante un tribunal” en
alusión a la habitual impunidad de los acosadores, llegando a denominarlo psicoterror laboral.
Los trabajadores, aun sin un
conocimiento grande de este factor de riesgo, perciben los efectos de este
acoso psicológico como enfermedades comunes somatizadas, dolores en la espalda,
mareos, insomnio, dolor de cabeza, “no sé
qué me pasa pero a mí esto no me había pasado nunca”, alteraciones
cardíacas, etc. y hacen lo que se hace con muchas amenazas—afrontamiento posible
de lucha o huida— que es “huir” a los dispensarios médicos, momento en el que
el acosador habrá conseguido lo que quería, eliminar la empleabilidad de la
víctima. Se habrá salido con la suya y además de forma impune.
La obligación de los sindicatos,
sin perjuicio de a lo que se dedique cada uno después, es defender a los
trabajadores y pocas cuestiones más urgentes e importantes que defender su
salud alterada voluntariamente por las condiciones de trabajo. Esa es la razón
por la que CSICA
decidió comenzar esta carrera de denuncias (además de al empresario y
públicamente, se ha denunciado ante la Inspección de Trabajo, y sin tardar se
convertirá en un asunto judicial relevante).
Y en esta carrera ocupa un papel
importante perseguir a los acosadores. Y lo haremos persiguiendo a estos
mezquinos en los juzgados por un delito de acoso. Deberán responder a título
personal. El que, ocasionalmente, les haya dicho lo que tienen que hacer no se
sentará en el banquillo judicial, pero ellos sí. Resulta intolerable que construyan sus carreras profesionales sobre el sufrimiento de sus
compañeros. Es moralmente rechazable y penalmente perseguible, y CSICA
lo hará.
Cuando recojas 6 de estos
incidentes de acoso nos los remites. Nosotros haremos la valoración
técnico-jurídico de los hechos y tomaremos las iniciativas que resulten
aconsejables.
viernes, 26 de septiembre de 2014
CLIMA LABORAL EN LIBERBANK (II)
“Protomiserables”
Ya sabíamos que no rebelaríamos
nada nuevo cuando decidimos hacer una Encuesta de Clima Laboral. Todos lo
intuíamos y CSICA
ha tenido ocasión de demostrarlo mediante un trabajo riguroso, laborioso, pero
que nos permite ahora a todos decir, con datos, que el clima laboral de LIBERBANK es un desastre. Malo de solemnidad.
Debemos recordar que todo este
trabajo, que no ha acabado y lo recalcamos, cuyas conclusiones se han puesto a
disposición de la Inspección de Trabajo, comenzó por las innumerables quejas de
todos vosotros y vosotras, por vuestras denuncias del trato vejatorio,
humillante en muchos casos y vulnerador de un derecho de los denominados
“fundamentalísimos” como es el derecho a la dignidad. Y tiramos de un dato
objetivo, el absentismo, que más que un hilo resultó ser una madeja
Cuando le mostramos al empresario, por escrito, que el aumento del absentismo era alarmante y que se hacía necesario intervenir nos contestó esto:
- “Además, vuestras conclusiones contienen datos erróneos, como
son: NO ES CIERTO que el aumento en el año 2013 del
absentismo en un 50%. De acuerdo con los datos que manejamos (nosotros y
vosotros por la información facilitada a la RLT de forma trimestral), el incremento
de la Tasa de absentismo por contingencia común, está muy por debajo de lo
indicado”.
Y esto con datos objetivos, con
sus propios datos. Como puede verse en el 2013 el absentismo creció en un 93% y
tres meses después en un 130%. ¿Qué será ello cuando los datos no sean objetivos?.
Por eso hicimos lo que ellos no
querían hacer, una Encuesta de clima laboral para ver si encontrábamos
explicación al absentismo y a los factores de riesgo psicosocial que se
esconden tras uno y otro. Tras la publicación en nuestro blog (http://csicaliberbank.blogspot.com.es) de los
resultados de la Encuesta de Clima Laboral innumerables
compañeros nos han hecho llegar la siguiente pregunta: ¿Y ahora qué?.
La doctrina y las mejores
prácticas en gestión de personas nos dicen que el diagnóstico de la situación
es menos de la mitad de la resolución del problema ya que si bien es cierto que
los problemas sin un adecuado diagnóstico no pueden ser abordados, no lo es
menos que teniendo este diagnóstico resulte imprescindible intervenir en
algunas de las variables o escalas que salen peor paradas en el estudio para
comenzar a resolver el tremendo problema que ha creado el empresario con su
desconocimiento, su pasividad o, lo que es peor, con su participación activa, extremo
éste que fue formulado como hipótesis por CSICA
y que no ha sido desvirtuado por el empresario con sus torpes desmentidos.
¿Y quién debe intervenir?. Naturalmente el empresario sería, en condiciones normales, el más interesado en
acabar con esta lacra y estas políticas del miedo implantadas por los directivos
a los que no pueden resultar ajenas. CSICA ya
ha denunciado los hechos a la INSPECCIÓN DE TRABAJO y si esto no se arregla
acudiremos a la Justicia. Además hemos
elaborado una hoja de cálculo especialmente diseñada para que aquéllos compañeros
y compañeras que entienden que pueden ser objeto de mobbing
—se nos relatan conductas incardinables en este factor de riesgo psicosocial, extremadamente
grave y constitutivo de ilícitos penales que CSICA
llevará a los juzgados de lo penal sin pensárselo— puedan recoger de la forma
más minuciosa posible todos los incidentes de acoso, el nombre del agresor, horas,
testigos, etc. La pondremos a disposición
en nuestro blog próximamente.
También hemos preparado un Informe jurídico en el que aclaramos que
las grabaciones de audio o video son pruebas válidas en los juzgados como
defensa de los derechos de los trabajadores. Os aconsejamos en dicho
informe grabar cualquier trato vejatorio, injusto o humillante y nos ponemos a
vuestra disposición para asesoraros legalmente sobre qué hacer con estas grabaciones.
El resto es el empresario quien
debe hacerlo. Debe renunciar a las políticas que han implantado una estrategia
del miedo que conducen a los compañeros y compañeras a los ambulatorios de la
sanidad pública buscando pastillas y consuelo.
Pero no queremos engañaros. No
creemos que el mismo empresario que niega nuestras acusaciones más objetivas
vaya a enmendar lo que él mismo ha puesto en marcha, toda una suerte de pequeños
mezquinos que creen que machacando la salud y la dignidad de sus compañeros
verán medrar sus oscuras aspiraciones profesionales, no dudando en plasmar por
escrito insultos o amenazas que alguien les ha debido decir que están incluidas
en el sueldo. Las amenazas, las coacciones, el acoso y otras conductas
similares se constituyen en elementos objetivos penalmente reprochables y CSICA no va a dudar en exigir estas
responsabilidades ad personam. Debemos
recordar a este respecto que la obediencia debida ya no es una circunstancia
eximente ni siquiera en la justicia militar. Así que quien acose, amenace o coaccione
debe tener claro que será objeto de nuestra acción sindical.
Esto es lo que dice un
“directivo” de estos a su personal POR ESCRITO (figúrese todo el mundo lo que
no dirá de palabra) y que figura en un documento que circula por ahí:
- “…quien no envíe las gestiones, y encima no tenga
ventas, que en infinitas ocasiones se han exigido, directamente trasladaré
su repetida negativa actitud al director de zona, estoy harto de disculpar a quien no lo
merece, y éste a quien estime oportuno para tomar las medidas oportunas,
no quiero espesos, abúlicos y protomiserables en mi equipo, aquí luchamos y lo hacemos
todos por conseguir el objetivo y nos esforzamos por el equipo aunque alguno
van por libre y así espero que terminen.”
Insultos y amenazas. El
“directivo” no duda en identificar la falta de ventas con tener una actitud
negativa y asegura que serán tomadas medidas oportunas (despido, suspensión de
empleo y sueldo, ¿mobbing?) contra los espesos, abúlicos y “protomiserables”
que van por libre a quienes desea que “así terminen” (en la calle, ¿en el
dispensario médico?)
Desconocemos qué acepción habrá querido dar el “cultivado” directivo a los “primeros” (del griego πρωτο) “miserables”, pero nada bueno en cualquier caso:
1. adj. Desdichado,
infeliz.2. adj. Abatido, sin valor
ni fuerza.3. adj. mezquino (que escatima en el
gasto).4. adj. Perverso, abyecto,
canalla.
Este es el caldo de cultivo. Esto
es lo que han creado, y como niegan la existencia de factores de riesgo psicosocial
(en lugar de evaluarlos que es lo que dice la ley) vamos a hacer el ejercicio
de relacionar los resultados de nuestras escalas de clima laboral con los
factores de riesgo psicosocial que se esconden tras cada uno de ellas.
Para que todo el mundo conozca lo
que el empresario oculta. Él sabrá por qué.
domingo, 21 de septiembre de 2014
CLIMA LABORAL EN LIBERBANK (I)
Nunca nos habían dado motivos los responsables de personal de este Banco para suponer que la plantilla les importaba algo más que un rábano. Las agresiones de todo tipo a los trabajadores, algunas de baja estofa, a sus personas, a su dignidad, a sus derechos o a sus salarios ya forman parte de la corta aunque sombría historia protagonizada por estos dirigentes bancarios que nos han tocado en suerte.
Sus hazañas son ya conocidas y comentadas en los pasillos de juzgados, inspecciones y otras estancias gubernamentales donde se preguntan de qué planeta vinieron, por sus formas y su uso indiscriminado del poder, siempre con turbios propósitos contra las personas con las que quieren desarrollar el proyecto bancario, y siempre al margen más absoluto del cumplimiento de las leyes y de los acuerdos.
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Inicialmente atribuimos esta
situación a los factores de riesgo psicosocial consecuencia de la integración,
distintos modos (malos) de entender las relaciones laborales, o de la gestión
de personas absolutamente desprovista de cualquier tacto. Pero poco a poco nos
fuimos dando cuenta de que algunos compañeros con bajas de larga duración por
motivos psicológicos nos contaban cómo los jefes habían propiciado su situación
de forma deliberada. Entre las cosas que nos contaban —ellos las llaman
“putear”—, comenzamos a visualizar conductas asociables por la doctrina a
factores psicosociales más poderosos. Nos estamos refiriendo al acoso psicológico
o mobbing.
Observamos cómo las víctimas eran
estigmatizadas por cuestiones como no poder acabar la tarea, no ser capaces de
vender seguros por no haber trabajado nunca en una Oficina bancaria, no haber
recibido ninguna formación o la más terrible de no querer prolongar la jornada
tras haberla visto reducida en un 30 por ciento (paradójico esto de la
jornada-acordeón, unos la acortan para que cobres menos y otros la alargan para
seguir produciendo lo mismo —y si no te estigmatizo—).
Tras elaborar un Informe sobre el
asunto se lo remitimos al empresario solicitándole una intervención urgente. La
respuesta fue que nuestra denuncia era falsa, hecha de mala fe y “repulsiva”. ¡
A quién le fue a llamar puta “la zapatones” !. Le pedíamos que hiciera lo que
hacen todos los empresarios del mundo (los de verdad) cuando un indicador se
dispara y el absentismo en Liberbank lo había hecho en un 130 por ciento en
poco más de un año. La obligación legal de evaluar los riesgos psicosociales se
la habían pasado (como todo lo demás que tiene que ver con la Ley) por el forro
de sus caprichos. Debían comenzar por conocer el clima laboral del banco.
Si de verdad estaban interesados
en combatir las bajas y el sufrimiento de las personas habrían de medir la
percepción que los trabajadores tienen de sus condiciones de trabajo para hacer
el diagnóstico. Medir ese clima laboral. Vista la actitud del empresario
denunciamos el asunto a la Inspección de trabajo —Dirección General de Empleo e
Inspecciones territoriales de todos los territorios naturales donde opera el
Banco— a la que le adjuntamos el detallado Informe que habíamos elaborado.
Y además hemos hecho otra cosa. CSICA
ha medido el clima laboral con la ayuda de muchos de vosotros. Y lo hemos hecho
con el mayor de los escrúpulos desde el punto de vista técnico: encuesta
utilizando la herramienta más reputada del mundo (Work Environmental Scale-WES),
con una muestra estadísticamente significativa de la población analizada (368
encuestados de unos 3.900 trabajadores), tabulada con software estadístico
especializado en ciencias sociales, y elaborado por técnicos con experiencia
universitaria. Nuestro único propósito era conocer aquello que el empresario quería
ocultar.
Hoy, finalizada esta encuesta, su
tabulación, corrección y análisis estamos en condiciones de presentar ante toda
la plantilla sus resultados. Os adjuntamos el Informe completo (un considerable
“tocho” para que sea riguroso), pero también un resumen ejecutivo que os
permita conocer los datos y las conclusiones más importantes de este trabajo.
Ya os podemos anticipar que los resultados son peores de lo esperado, de verdad. Ahora entendemos porqué se nos llamó “repulsivos” cuando manifestamos nuestra intención de conocer el clima laboral. Ahora ya no tenemos ninguna duda de por qué el empresario se negaba a esta medición.
Y es que, cualquier aficionado a las relaciones laborales sabe que nada bueno puede crecer en un ambiente de miedo, tóxico, como el que se ha construido deliberadamente aquí (es una conclusión del trabajo) utilizando procedimientos propios de la Edad Media. El clima laboral de Liberbank es técnicamente calificable como de absolutamente malo. La percepción que tiene la plantilla de las distintas variables de su entorno laboral es absolutamente negativa.
Veamos el perfil gráfico de la
muestra total, que apenas presenta diferencias en cuanto a sus resultados en
las distintas variables independientes que hemos utilizado: territorio, edad,
antigüedad, sexo y destino. Da igual qué territorio se elija, qué edad tenga
quien responde, los años de profesión o si trabaja en la Red de Oficinas o en
Servicios Centrales. TODOS unánimes.
Estas son las 10 escalas que se
estudian en el WES. De las 8 escalas “positivas” sólo una de ellas “aprueba” y
es la que tiene que ver con la ejecución de la tarea por los trabajadores. Las
2 escalas “negativas” no pueden ser peores: la Presión (PR), que dobla los datos
de estudios llevados a cabo incluso en servicios hospitalarios de urgencias, y
el Control (CN), más de lo mismo. Observad también cómo la escala Apoyo (AP)
que mide el “Grado en que los jefes ayudan y
animan al personal para crear un buen clima social” ni siquiera
llega a una puntuación de “1” en una escala de 0-9.
No os perdáis el resumen ejecutivo (descargable) que publicamos más abajo, y para quien quiera profundizar más también puede descargar el informe completo.
Hacemos un llamamiento serio, desde la responsabilidad, al empresario para que, conocidas las variables determinantes de este mal clima laboral, intervenga en las mismas con el fin de parar esta lacra del absentismo, de la insatisfacción, la desmotivación o la sensación de no pertenencia. Del sufrimiento de personas.
INFORMES ENCUESTA DE CLIMA LABORAL
jueves, 4 de septiembre de 2014
AYUDA FORMACIÓN HIJOS DE EMPLEADOS
RRHH NOS HA INFORMADO QUE LA SEMANA PRÓXIMA EMITIRÁ LAS
INSTRUCCIONES DE SOLICITUD EN LA
INTRANET
Cuando éramos caja
de ahorros, llegado el mes de septiembre los empleados con derecho a percibir
la ayuda de formación de los hijos rellenábamos los impresos de solicitud y a
final de mes lo percibíamos en nómina.
Desde que somos
banco, mucho ha cambiado la cuestión, debido principalmente a los negativos
acuerdos laborales suscritos en junio (CCOO + UGT) y diciembre (CCOO+UGT+CSIF)
del pasado año, recortando y alterando este derecho; y que como todos sabéis,
están pendientes de fallo por el Tribunal Supremo .
Mientras acontece
ello, el acuerdo laboral de diciembre vigente contemplaba distintas medidas de
descuelgue del convenio colectivo sectorial, y entre ellas, las nuevas
condiciones y requisitos para percibir las ayuda de formación de hijos de empleados, contemplándose sólo tres supuestos con
derecho a percepción:
1.- Hijos con
minusvalías reconocidas.
2.- Hijos de empleados
con un salario inferior a 30.000 euros, con carácter previo a la reducción de
jornada.
3.- Familias numerosas, con derecho a percibir la ayuda a partir del tercer hijo (1).
(1)
En la redacción (mala, como todo el resto) del Acuerdo de 27 de
diciembre de 2013 este asunto se refleja de la siguiente manera:
“las familias de más de tres
hijos con derecho a la percepción de la citada ayuda, que lo percibirán a
partir del tercer hijo en adelante.”
Sin embargo, la empresa en su comunicado en la Intranet lo ha
interpretado así:
“ayuda de guardería o de formación de
hijos de empleados que tengan reconocida la condición de minusválido y familias
de tres hijos o más con derecho a la ayuda”
Intentando conciliar ambos textos nuestra interpretación es que:
- Se percibirá la ayuda a partir del tercer hijo, es decir, el tercer hijo incluido.
-
Ayuda Guardería: 925 €
-
Formación Hijos: 510 €.
-
Minusválidos: 3.400 €.
Si el hijo del
empleado cursase estudios fuera del domicilio habitual se incrementaría en el
100%.
La solicitud de la ayuda se tramitará a través de la Intranet;
y tras ponernos en contacto con el Departamento de
Administración nos han indicado que RRHH va a publicar las condiciones y
tramitación de la ayuda la semana que viene.
Seguiremos
informando.
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