“Protomiserables”
Ya sabíamos que no rebelaríamos
nada nuevo cuando decidimos hacer una Encuesta de Clima Laboral. Todos lo
intuíamos y CSICA
ha tenido ocasión de demostrarlo mediante un trabajo riguroso, laborioso, pero
que nos permite ahora a todos decir, con datos, que el clima laboral de LIBERBANK es un desastre. Malo de solemnidad.
Debemos recordar que todo este
trabajo, que no ha acabado y lo recalcamos, cuyas conclusiones se han puesto a
disposición de la Inspección de Trabajo, comenzó por las innumerables quejas de
todos vosotros y vosotras, por vuestras denuncias del trato vejatorio,
humillante en muchos casos y vulnerador de un derecho de los denominados
“fundamentalísimos” como es el derecho a la dignidad. Y tiramos de un dato
objetivo, el absentismo, que más que un hilo resultó ser una madeja
Cuando le mostramos al empresario,
por escrito, que el aumento del absentismo era alarmante y que se hacía
necesario intervenir nos contestó esto:
- “Además, vuestras conclusiones contienen datos erróneos, como
son: NO ES CIERTO que el aumento en el año 2013 del
absentismo en un 50%. De acuerdo con los datos que manejamos (nosotros y
vosotros por la información facilitada a la RLT de forma trimestral), el incremento
de la Tasa de absentismo por contingencia común, está muy por debajo de lo
indicado”.
Y esto con datos objetivos, con
sus propios datos. Como puede verse en el 2013 el absentismo creció en un 93% y
tres meses después en un 130%. ¿Qué será ello cuando los datos no sean objetivos?.
Por eso hicimos lo que ellos no
querían hacer, una Encuesta de clima laboral para ver si encontrábamos
explicación al absentismo y a los factores de riesgo psicosocial que se
esconden tras uno y otro. Tras la publicación en nuestro blog (http://csicaliberbank.blogspot.com.es) de los
resultados de la Encuesta de Clima Laboral innumerables
compañeros nos han hecho llegar la siguiente pregunta: ¿Y ahora qué?.
La doctrina y las mejores
prácticas en gestión de personas nos dicen que el diagnóstico de la situación
es menos de la mitad de la resolución del problema ya que si bien es cierto que
los problemas sin un adecuado diagnóstico no pueden ser abordados, no lo es
menos que teniendo este diagnóstico resulte imprescindible intervenir en
algunas de las variables o escalas que salen peor paradas en el estudio para
comenzar a resolver el tremendo problema que ha creado el empresario con su
desconocimiento, su pasividad o, lo que es peor, con su participación activa, extremo
éste que fue formulado como hipótesis por CSICA
y que no ha sido desvirtuado por el empresario con sus torpes desmentidos.
¿Y quién debe intervenir?. Naturalmente el empresario sería, en condiciones normales, el más interesado en
acabar con esta lacra y estas políticas del miedo implantadas por los directivos
a los que no pueden resultar ajenas. CSICA ya
ha denunciado los hechos a la INSPECCIÓN DE TRABAJO y si esto no se arregla
acudiremos a la Justicia. Además hemos
elaborado una hoja de cálculo especialmente diseñada para que aquéllos compañeros
y compañeras que entienden que pueden ser objeto de mobbing
—se nos relatan conductas incardinables en este factor de riesgo psicosocial, extremadamente
grave y constitutivo de ilícitos penales que CSICA
llevará a los juzgados de lo penal sin pensárselo— puedan recoger de la forma
más minuciosa posible todos los incidentes de acoso, el nombre del agresor, horas,
testigos, etc. La pondremos a disposición
en nuestro blog próximamente.
También hemos preparado un Informe jurídico en el que aclaramos que
las grabaciones de audio o video son pruebas válidas en los juzgados como
defensa de los derechos de los trabajadores. Os aconsejamos en dicho
informe grabar cualquier trato vejatorio, injusto o humillante y nos ponemos a
vuestra disposición para asesoraros legalmente sobre qué hacer con estas grabaciones.
El resto es el empresario quien
debe hacerlo. Debe renunciar a las políticas que han implantado una estrategia
del miedo que conducen a los compañeros y compañeras a los ambulatorios de la
sanidad pública buscando pastillas y consuelo.
Pero no queremos engañaros. No
creemos que el mismo empresario que niega nuestras acusaciones más objetivas
vaya a enmendar lo que él mismo ha puesto en marcha, toda una suerte de pequeños
mezquinos que creen que machacando la salud y la dignidad de sus compañeros
verán medrar sus oscuras aspiraciones profesionales, no dudando en plasmar por
escrito insultos o amenazas que alguien les ha debido decir que están incluidas
en el sueldo. Las amenazas, las coacciones, el acoso y otras conductas
similares se constituyen en elementos objetivos penalmente reprochables y CSICA no va a dudar en exigir estas
responsabilidades ad personam. Debemos
recordar a este respecto que la obediencia debida ya no es una circunstancia
eximente ni siquiera en la justicia militar. Así que quien acose, amenace o coaccione
debe tener claro que será objeto de nuestra acción sindical.
Esto es lo que dice un
“directivo” de estos a su personal POR ESCRITO (figúrese todo el mundo lo que
no dirá de palabra) y que figura en un documento que circula por ahí:
- “…quien no envíe las gestiones, y encima no tenga
ventas, que en infinitas ocasiones se han exigido, directamente trasladaré
su repetida negativa actitud al director de zona, estoy harto de disculpar a quien no lo
merece, y éste a quien estime oportuno para tomar las medidas oportunas,
no quiero espesos, abúlicos y protomiserables en mi equipo, aquí luchamos y lo hacemos
todos por conseguir el objetivo y nos esforzamos por el equipo aunque alguno
van por libre y así espero que terminen.”
Insultos y amenazas. El
“directivo” no duda en identificar la falta de ventas con tener una actitud
negativa y asegura que serán tomadas medidas oportunas (despido, suspensión de
empleo y sueldo, ¿mobbing?) contra los espesos, abúlicos y “protomiserables”
que van por libre a quienes desea que “así terminen” (en la calle, ¿en el
dispensario médico?)
Desconocemos qué acepción habrá
querido dar el “cultivado” directivo a los “primeros” (del griego πρωτο) “miserables”, pero nada bueno en cualquier caso:
1. adj. Desdichado,
infeliz.2. adj. Abatido, sin valor
ni fuerza.3. adj. mezquino (que escatima en el
gasto).4. adj. Perverso, abyecto,
canalla.
Este es el caldo de cultivo. Esto
es lo que han creado, y como niegan la existencia de factores de riesgo psicosocial
(en lugar de evaluarlos que es lo que dice la ley) vamos a hacer el ejercicio
de relacionar los resultados de nuestras escalas de clima laboral con los
factores de riesgo psicosocial que se esconden tras cada uno de ellas.
Para que todo el mundo conozca lo
que el empresario oculta. Él sabrá por qué.
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